CIUDAD DE MÉXICO. Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena, visitó al Papa Francisco y, en audiencia pública, le entregó una carta y una medallita.
En su cuenta de Facebook, el dos veces candidato presidencial hizo públicas una serie de fotografías en las que se observa al Papa recibiendo la misiva y con una medallita en la mano.
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El tabasqueño llegó a Europa esta semana para realizar una gira donde hablará del movimiento de Morena en contra de la corrupción. Uno de los eventos involucra una conferencia en Paris, el próximo 16 de octubre.
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En la carta, López Obrador le agradece al Sumo Pontífice por ser un verdadero Papa cristiano y afirma que su visita el próximo año a México dará aliento al pueblo.
"Su presencia, en estos tiempos aciagos, será de gran aliento para nuestro pueblo. Su mensaje espiritual ayudará a que no se pierda la fe en la justicia y a mantener encendida la llama de la esperanza", se lee en el documento.
Además, le explica al Papa sudamericano que su esfuerzo por transformar a México continúa, por la vía pacífica y electoral.
"Este cambio de régimen lo estamos impulsando, por la vía pacífica y electoral, convenciendo, incluso, a los adinerados de no dar la espalda a los que más sufren, bajo la premisa de que sólo siendo buenos podemos ser felices y de que por el bien de todos, primero los pobres", afirma en la carta.
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En su audiencia de este miércoles, el Papa Francisco pidió perdón a los fieles por los recientes escándalos en la Santa Sede, que involucran el "destape" de un cura polaco integrante de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien se declaró abiertamente homosexual y los señalamientos sobre el Papa por supuestamente haber invitado al alcalde de Roma a su gira por EU.
LA CARTA DE AMLO AL PAPA
Estimado Papa Francisco:
Vine a entregarle una medalla de fray Bartolomé de Las Casas, defensor de los indios, en el inicio de la dominación colonial en México. Le dejo mi modesto presente y esta breve carta, cuyo propósito principal es transmitir mil más sincero reconocimiento a su labor, no solo como representante de la Iglesia Católica, sino como un Papa misionero, de verdad cristiano.
Puede decirse que todos los Papas han sido cristianos y consecuentes pero, como se sabe, esto no ha sido cierto ni tendrá que serlo, necesariamente. A diferencia de Dios, somos seres humanos con errores y aciertos. Por ejemplo, hubo un Papa que se atrevió a bendecir y reconocer al dictador que ordenó asesinar al presidente Francisco I. Madero, nuestro apóstol de la democracia. Pero eso, desde luego, no es usted. De allí mi profunda admiración a su persona y liderazgo.
Por lo mismo, celebro su decisión de visitar nuestro país el año próximo. Su presencia, en estos tiempos aciagos, será de gran aliento para nuestro pueblo. Su mensaje espiritual ayudará a que no se pierda la fe en la justicia y a mantener encendida la llama de la esperanza.
Por nuestra parte, le compartimos que continuamos trabajando para lograr una transformación que nos permita eliminar la corrupción política, que ha sido la causa principal de la desigualdad, de la pobreza y de la violencia que padecemos en México. Este cambio de régimen lo estamos impulsando por la vía pacífica y electoral, convenciendo, incluso, a los adinerados de no dar la espalda a los que sufren, bajo la premisa de que solo siendo buenos podemos ser felices, y de que por el bien de todos, primero los pobres.
Me despido de usted, reiterando mi más profundo reconocimiento y respeto.
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