CIUDAD DE MÉXICO.- Legisladores federales del PAN, seguidores de Ernesto Cordero y de Javier Oliva, se solidarizaron con su adversario Gustavo Madero, dirigente nacional de su partido, frente a las acusaciones por los viajes de sus hijas y al derroche de recursos de su familia.
Acusaron al PRI de ser el autor de esta "estrategia político-electoral" y de violar los "códigos de ética en la política, que es no meterse con la familia".
"No soy del grupo ni de la corriente política de Gustavo Madero, pero lo que está haciendo el PRI de meterse con su familia y con su vida privada no se vale ni tiene fundamento", sostiene la diputada federal panista Mariana García Rojas, secretaria de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.
Además –dijo la seguidora de Javier Oliva– "Madero puede y debe aclarar todo sin problemas, pues es un político con recursos suficientes para sostener eso, pues ha sido dirigente, senador, diputado, hombre de negocios. Nadie tiene porqué cuestionar lo que haga con su dinero".
Fernando Rodríguez Doval, diputado del DF y seguidor de Ernesto Cordero, calificó de "una bajeza y una vileza" que el PRI y el gobierno se metan con la familia de Gustavo Madero, quien, aseguró, "no tiene nada que aclarar".
Señaló que la información "se sacó de contexto" y que son "datos falsos". "No son recursos públicos, no hay irregularidades y hay códigos de ética en la política que deben respetarse. El PRI violó esos códigos".
El coordinador parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya Cortés, evitó abundar en el tema y sólo dijo que se trata de un "acto cobarde".