¿En los últimos días has presentado fiebre alta, tos, dolores musculares, de cabeza, garganta y articulaciones? Tal vez se trate de algo más que de un simple resfriado.
La influenza o gripe estacional presenta estos síntomas, que son similares al del resfriado común. Sin embargo, la primera es una enfermedad que puede ser leve o grave e incluso llevar a la muerte.
Casi 2 mil casos de influenza se han registrado en México desde octubre, lo que ha provocado una preocupación especial de las autoridades, aunque por ahora se ha descartado una epidemia.
Aquí algunos puntos clave para entender esta enfermedad:
¿CUÁL ES SU ORIGEN?
La influenza o gripe estacional es una infección aguda causada por virus que infectan el tracto respiratorio (nariz, garganta, pulmones). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen tres tipos de influenza o gripe estacional: A, B y C. Los primeros dos son los causantes de epidemias de temporada, mientras que el tercero sólo causa enfermedades respiratorias leves.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los virus tipo A se clasifican en dos subtipos según dos proteínas de la superficie del virus: hemaglutinina (H) y neuromidasa (N). Asimismo, los virus de influenza A pueden dividirse en diferentes cepas, siendo el A (H1N1) y el A (H3N2) los que actualmente se detectan entre los humanos.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Los síntomas de la influenza o gripe estacional son similares a los del resfriado común, pero hay variaciones importantes.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
Se cree que los virus de la influenza se propagan entre las personas a través del goteo nasal producido al toser o estornudar. Aunque es poco frecuente, una persona puede llegar a contagiarse si toca una superficie o un objeto contaminado con el virus y luego se lleva la mano a boca o nariz.
Los adultos pueden contagiar a los demás a partir del primer día que los síntomas se desarrollen y hasta entre cinco y siete días después. Los niños pueden seguir contagiando incluso después de siete días.
- Niños de 6 meses a 5 años.
- Ancianos (65 años o más).
- Personas con enfermedades crónicas.
- Trabajadores de la salud.
¿QUÉ HACER PARA PREVENIRLA O TRATARLA?
La OMS recomienda la vacunación todos los años como la mejor medida para prevenir la enfermedad. Se recomienda la vacunación para todas las personas arriba de los 6 meses de edad. La inmunidad se establece dentro de las dos semanas posteriores a la vacunación.
Para el tratamiento, existen antivíricos que pueden aliviar los síntomas y reducir las complicaciones graves y las muertes provocadas por la enfermedad. Se recomienda su administración en las 48 horas siguientes a la aparición de los síntomas.
Los medicamentos aprobados por las autoridades estadounidenses y que recomiendan los CDC son: Tamiflu (genérico: oseltamivir), Relenza (zanamivir) y Rapivab (peramivir). Todos están disponibles en México.
¿POR QUÉ NO ES EPIDEMIA?
El subsecretario de Prevención y Promoción de Salud, de la Secretaría de Salud, Pablo Kuri, negó este lunes que estemos en medio de una epidemia, para lo cual dio datos sobre los casos de esta enfermedad estacional registrados desde octubre.
De acuerdo con el funcionario, el aumento de casos se dio debido a que la temporada de frío se atrasó y comenzó hasta la primera semana de enero, pero aseguró que el abasto de medicamentos para controlar la enfermedad está garantizado.
Hasta la segunda semana de febrero, la Secretaría de Salud había detectado una baja actividad de influenza, en comparación con el mismo periodo del año anterior.