COATZACOALCOS.- El descontento por la falta de información y la tensión propia que viven los familiares de los obreros desaparecidos tras la explosión, el pasado miércoles, en la planta petroquímica de Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz, provocó roces con el personal castrense y policiaco que vigilan el ingreso al complejo.
Afirman que ni el gobierno del estado ni las empresas contratistas les han dado información acerca de las personas que no aparecen en las listas de los hospitales.
"Anoche nos dijeron que aquí (en la planta) iba a tener información a las 8 de la mañana. Yo llegué antes y no se aparecen. Necesitamos la información. También dijeron que íbamos a tener una camioneta disponible y que todo el apoyo íbamos a tener y no ha llegado (…) Mi hermano tiene 22 años y tenía como tres meses trabajando ahí", dijo a El Financiero la hermana de Fernando Cordero Torres, uno de los desaparecidos.
La madre de Miguel Ángel Garduza, también desaparecidos, continúa buscándolo desde anoche con su credencial de elector en mano. "Me dijo: 'mami, guárdamela y en la tarde que regrese del turno me la da'. Por eso la cargo y donde quiera la enseño para ver si me lo reconocen".
Esta tensión provocó que durante la mañana de ayer se confrontaran familiares de trabajadores y personal militar que resguardaban la entrada a la planta, debido a que pretendían entrar al lugar para buscar a los obreros de las empresas Calza, Ares, Peripather, Emerson, Prometalica y Calderón y Asociados, que siguen desaparecidos.
"¿Qué esperan a que se desbaraten los cuerpos para no reconocerlos? Abran ya, por favor, queremos buscar a nuestros hijos…entiendan", eran los gritos de señoras afuera del complejo a los militares, que tenían la orden de no dejar pasar a nadie, y así lo hicieron.
En tanto, en el hospital de Pemex, en Nanchital, tuvo que ser resguardado por elementos de la policía estatal, luego de que un nutrido grupo de personas llegara a preguntar por sus familiares y pretendieran ingresar al lugar.