CIUDAD DE MÉXICO.- Las buenas formas de la democracia y diplomacia no deben confundirse con la falta de firmeza, aseguró Luis Videgaray ante el pleno del Senado.
Al comparecer ante el pleno del Senado, el canciller respondió a cuestionamientos sobre la posición que ha asumido el gobierno frente a los señalamientos del mandatario estadounidense, Donald Trump, y puntualizó que "la postura del presidente de los Estados Unidos Mexicanos frente al nuevo gobierno de los Estados Unidos ha sido firme, ha sido clara, ha sido inteligente y ha sido oportuna. Que no se confundan las buenas formas de la democracia y de la diplomacia con la falta de firmeza; que no se confunda la prudencia con falta de claridad; que no se confunda la falta de estridencia con la falta de estrategia".
Afirmó el funcionario que cualquier modificación que se haga al Tratado de Libre Comercio debe contribuir a la elevación de los salarios en México, pues "no es correcto promover un modelo de integración comercial en el cual las inversiones llegan a México porque en México los trabajadores ganan poco (…) Debemos establecer incentivos y reglas que permitan acabar con modelos productivos cuya rentabilidad depende exclusivamente de los bajos salarios en México".
Detalló que durante las reuniones con el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, John Kelly, y el secretario de Estado, Rex Tillerson, el gobierno de México dejó en claro su disposición a seguir con una relación de amplia colaboración, de estrecha comunicación, pero para ello –acotó– es necesario que sea una relación genuina, de asociación y de diálogo constructivo en la que dejemos atrás las amenazas y los agravios.
Dijo que en esa reunión dejó en claro su rechazo a cualquier militarización de las operaciones migratorias, así como medidas unilaterales que pretenden deportar a México a ciudadanos de otros países.
Señaló que México ya inició conversaciones con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para defender las garantías de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, y abundó que, de ser necesario, acudirá a la justicia norteamericana.
Exigió dar certeza a los ahorros en materia de seguridad social de los mexicanos que viven en la Unión Americana, mediante la puesta en marcha del Acuerdo de Totalización, que es un acuerdo firmado por ambos países en 2004 para permitir que los trabajadores mexicanos que sean repatriados de manera voluntaria o por deportación, puedan acceder a sus ahorros, a sus depósitos de seguridad social hechas en Estados Unidos.
El canciller afirmó también que una prioridad en nuestra relación bilateral con Estados Unidos, "será la protección de las remesas (que suman 27 mil millones de dólares al año), que éstas continúen y no sólo que continúen sino que no se entorpezcan o no se encarezcan".
Insistió en que no se aceptarán aranceles, cuotas o restricciones al comercio y aseveró que Estados Unidos y México deben involucrarse en Centroamérica con un enfoque de desarrollo, pues no basta con establecer controles migratorios para administrar los flujos de ciudadanos de esos países