Hace poco un amigo me explicó sobre el nuevo concepto del mundo metaverso, el cual suena muy interesante, tipo un avatar en el que puedes estar en cualquier parte del mundo o imaginaria, de forma digital por lo que le entendí, por así decirlo de una forma práctica.
Todo empezó en el mundo de la moda y la gente comenzó a comprarse ropa “digital” de marca, ya que les permite acceder a prendas de precios estratosféricos por unos cuántos dólares o algún tipo de moneda de las recién creadas entre ellos.
En donde más auge está teniendo el metaverso de la moda es en Asia con ventas alrededor de 1.5 mil millones de artículos.
Y si ha sido un éxito el mundo de las tendencias del vestir por qué no ahora han pasado también al mundo inmobiliario virtual.
Así es ahora ya puedes comprar propiedades en comunidades o ciudades de espacios digitales. No existen realmente como tampoco la ropa, pero bien pueden ser vendidos y comprados por cibernautas alrededor del mundo.
Te pongo un ejemplo para explicarme mejor… hoy en día existen lugares como Sandbox y Decentraland, que son comunidades con muchas parcelas y lotes de tierra virtuales.
Los creadores de estas plataformas están apostando a que las personas y las empresas inviertan dinero para usar casas y espacios comerciales virtuales y que dicho valor de las mismas aumentará en medida que la gente entre a esos mundos y sigan en voga o sean “trendy”.
Republic Realm una firma desarrolladora de inmuebles en el metaverso hace unos días pagó la escalofriante suma de 4.3 millones de dólares por terrenos en el mundo Sandbox, considerada hasta hoy la mayor venta inmobiliaria virtual, según datos de NonFungible.com, que rastrea las ventas de terrenos digitales.
La propiedad de la tierra se registra vía los llamados tokens no fungibles, identificadores digitales que actúan como escrituras de facto. Las ventas de propiedades regularmente se realizan en una criptomoneda única para cada metaverso.
Una situación preocupante que Yo le veo a este tipo de operaciones es que, a diferencia del mundo real que tienden a retener algo de valor la propiedad en el peor de los casos como una recesión de mercado, en el caso de los inmuebles virtuales puede llegar a ceros la inversión si el mundo en donde se encuentra pasa de moda y la gente deja de visitarlo.
Esta novedad inmobiliaria ha cobrado interés de la gente, a partir que Facebook evolucionó como Meta Platforms Inc. para explotar los mundos en línea, mejor conocidos como metaversos.
La única ventaja que le veo a las inversiones inmobiliarias digitales es que no hay límite para la imaginación de los arquitectos y podremos encontrar cualquier tipo de solución “mafufa”.
Nos vemos hasta la próxima!
El autor cuenta con mas de 29 años de experiencia en el ramo de los bienes raíces en materia de comunicación, campañas y lanzamiento de proyectos inmobiliarios. Desde 1995 es miembro de la National Association of Real Estate Editors (NAREE).
