La economía china superó las expectativas y creció 4.8 por ciento anual durante el primer trimestre del año, superando el estimado de crecimiento de Bloomberg de 4.2 por ciento. El motor de crecimiento fue la recuperación del sector industrial, pero se observó una caída importante en las ventas minoristas de 3.5 por ciento anual en el mismo periodo de tiempo. El culpable de este dato negativo fue el cierre de casi el 40 por ciento de la economía china debido a un rebrote reciente del Covid.
Este cierre parcial de la economía está afectando a la industria de proveedurías global y se evidencia por los nuevos retrasos en los envíos de insumos manufactureros globales. Lo anterior volverá a complicar la reactivación de la industria manufacturera en el mundo. Así, el Banco Mundial (BM) recientemente recortó el estimado de crecimiento de China de 4.1 a 3.2 por ciento para 2022. El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo lo mismo no solo para China sino a nivel global. A estos problemas hay que añadir que el sector inmobiliario de ese país está sufriendo por una contracción de liquidez que ha provocado una moratoria de pagos de ciertas empresas.
El gobierno chino ha implementado ciertas políticas públicas para reactivar la demanda del sector inmobiliario y estimular la economía de su país. Primero, ha relajado los requisitos para solicitar hipotecas y disminuyendo las tasas de interés con el fin de reactivar la demanda por propiedades que está cayendo fuertemente. Segundo, ha publicado una guía gubernamental para incentivar el otorgamiento de crédito a empresas inmobiliarias que están en problemas de liquidez. Esta última no se ha concretado del todo debido a la renuencia de los bancos de prestarle a dicho sector. Tercero, una propuesta gubernamental para incentivar la fusión entre empresas inmobiliarias para reducir su estrés financiero, aunque enfocado a las empresas del estado.
Así, se espera que el sector inmobiliario continúe deprimido durante la primera mitad de 2022 pero gradualmente se estabilice hacia finales de año. El problema de corto plazo más grave es el impacto adverso que tendrán las políticas de cierre de la economía china, tanto en el sector industrial como en el consumo. Parece que el problema de este rebrote es la baja efectividad de la vacuna china.
El impacto de una desaceleración de la economía china no es menor. Podremos esperar inflaciones altas más prolongadas, sobre todo en las mercancías, que utilizan insumos chinos. Además, se espera una desaceleración global por la disrupción en las cadenas productivas. Aún así, la economía de EUA se espera crezca alrededor de 3.7 por ciento, un nivel sólido que duplicará el ritmo de crecimiento de México.
Las buenas noticias del efecto chino será la reubicación de proveedurías de los países asiáticos hacia América del Norte lo cual beneficiará a México. Además, la persistente guerra entre esos países y el TMEC añaden a estos beneficios.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.