Esta semana el Banco de México publicó el segundo informe trimestral de economía para el país. El reporte comienza explicando un entorno incierto y complejo para la política monetaria. En el ámbito externo se observa la desaceleración de la inflación global aunque persiste en niveles elevados. Asimismo, se menciona que se ha acrecentado la turbulencia financiera internacional y finalmente se percibe el término de una política monetaria restrictiva.
En el sector interno se percibe una economía mexicana resiliente y que sigue superando las expectativas de crecimiento, y una inflación que está disminuyendo. Recordemos que Banxico ha seguido muy de cerca la postura de política monetaria de los Estados Unidos. La tasa de interés actualmente se ubica en 11.25 por ciento anual y la Junta de Gobierno ha mencionado que la subida de tasas ha llegado a un punto de inflexión.
En materia económica la economía nacional es resiliente con un crecimiento de 1.02 por ciento trimestral en el primer trimestre de 2023 ligando seis meses de crecimiento consecutivo. La economía está siendo impulsada por el sector terciario o de servicios y el contínuo crecimiento de la industria, sobre todo del sector manufacturero. Sin embargo, el buen dinamismo de la economía parece que muestra cierta debilidad. La construcción y el sector manufacturero se han debilitado recientemente, debido a un menor ritmo de crecimiento de la economía de EUA por el apretamiento crediticio en ese país.
En materia de inversión destaca la relacionada con maquinaria y equipo, la cual está muy ligada con el TMEC y el nearshoring. Contrasta con el pobre desempeño de la construccion, sobre todo residencial. Lo anterior se explica por las elevadas tasas de interés, que desalientan a la inversión productiva, y un entorno político que está perjudicando a la inversión privada. En cuanto a la posición cíclica de la economía el reporte percibe que se está cerrando la brecha del producto, es decir, la diferencia entre el PIB real y el PIB potencial.
En materia de inflación, se observa una desaceleración, de 8.01 por ciento en el cuarto trimestre de 2022 a 7.46 por ciento en el primer trimestre de 2023. Asimismo, la inflación subyacente llegó a la barrera de 6 por ciento anual, si bien, los precios de los servicios se mantienen tercamente elevados. Asimismo, la inflación no subyacente, la más volátil, descendió fuertemente explicado por la deflación de los precios energéticos.
Para el 2023 se estima un crecimiento de 2.3 por ciento y una expansión de 1.6 por ciento anual para el siguiente año. Estos pronósticos mejoran en el corto plazo del reporte anterior pero se deterioran para 2024. El reporte estima que la inflación general llegará al centro de la meta hacia finales de 2024 y principios de 2025.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.