José Emilio Caballero

José Emilio Caballero: Pero qué necesidad, para qué tanto problema

La contrarreforma propuesta parece ficción. Tenemos una reforma energética encaminada a la desregulación del mercado eléctrico, establecida con reglas claras, promoviendo la inversión privada y la generación de energía con fuentes renovables. Y el gobierno quiere eliminar todo, retrasando más de 30 años de progreso al regresarle el monopolio a CFE. ¿En serio?

En marzo, el presidente dijo que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica se aplicaría a pesar de los amparos que se concedieron en su contra, y que, si se declaraba anticonstitucional, su gobierno buscaría modificar la Constitución. Sobre aviso no hay engaño… Desde hace unas semanas se supo que habría una nueva propuesta, pero nadie esperaba algo así. Con unas redacciones ambiguas y generando mucha incertidumbre, el pasado viernes se presentó una de las iniciativas de cambio más radicales de este sexenio.

El 30 de septiembre se presentó la Iniciativa de reforma para modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y nueve transitorios. Según el ejecutivo, su propósito es fortalecer a la CFE y que haya precios justos. El regresar a CFE al pasado, a como estaba hace más de 30 años, es algo inédito. Esto nos hace recordar la frase de Juan Gabriel: “Pero qué necesidad, para qué tanto problema”. ¿Realmente se necesita hacer esto para solucionar un problema? ¿Por qué no avanzar como la mayoría de los países desarrollados que han pasado por una desregulación del mercado eléctrico? La Reforma Energética ha generado miles de millones de dólares en inversión. ¿Si hay tanto rencor o disgusto por “contratos leoninos”, porque no investigar e ir contra ellos solamente, en lugar de cancelar todo y perder toda esa inversión y progreso?

En el Clúster Energético de Nuevo León tuvimos un webinar de análisis sobre esto, con abogados y académicos expertos en el tema. Hubo un mutuo acuerdo: no se entiende la razón de regresar al monopolio y cancelar todo el avance que lleva la reforma energética. Lo más grave es que México perderá competitividad y las inversiones privadas nacionales y extranjeras saldrán de un país en donde no se respeta el estado de derecho. Se está dejando un mensaje muy claro: la inversión privada no es bienvenida. De aprobarse, se generarán enormes desbalances en el mercado y lloverán batallas legales millonarias dentro y fuera del país. Y peor aún, estaría dejando precedentes para que se puedan cambiar o cancelar otras reformas. Al final se comentó: la iniciativa parece ser más de ideología que de lógica.

Parece ficción la propuesta de desaparecer la CRE y la CNH, regresar el CENACE a la CFE, cancelar contratos, eliminar los CELs, nacionalizar el litio, entre otros. En cualquier país desarrollado o con una mínima estrategia energética, ésta no pasaría ni a votación. Sin embargo, en México está cerca de aprobarse. Y actualmente, por los votos requeridos está casi casi en manos del PRI la decisión. Así como se mencionó en la mañanera, el PRI tendrá la oportunidad de decidir si se sigue con el salinismo o con el cardenismo. Ya les leyeron la cartilla los panistas, advirtiendo que de su voto depende la continuación de la alianza Va por México. ¿Serán recordados por lograr cancelar la reforma impulsada con el Pacto por México, que tanto tardó en aprobarse y que fue una de las más importantes del sexenio priista? Esperemos que haya suficiente tiempo para que se analice bien la situación y el futuro de México.

Se entiende que nuestros gobernantes quieran mejorar al País y hacer cambios para ello. Nadie está en contra de cambiar para mejorar, todos queremos lo mejor para México. ¿Pero regresar a un monopolio que por décadas se comprobó que no funciona? No se vale seguir metiéndole dinero bueno al malo. Suena como Trump, un “Make CFE Great Again”, pero se puede decir que a estas alturas ya es imposible rescatar una paraestatal que tiene corrupción, que no es rentable, que no tiene capital para invertir, que asigna más presupuesto al pago de pensiones que a invertir en proyectos de infraestructura, que tiene deuda con estados y municipios por $64 mil millones de pesos, que condona deuda de más de 600,000 personas en Tabasco nomás porque sí, que se niega a apostarle a las energías renovables, que pierde $50 mil millones de pesos al semestre solo por fuga de energía, que tiene apagones… y así le podemos seguir con muchos más problemas.

Pronto se llevará a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26) en Glasgow. Comentaba en mi última columna que México llega con las manos vacías en cuanto a cumplimiento de objetivos ambientales y como inicia el 31 de Octubre, pues sería bueno ir disfrazados de Halloween para que no nos reconozcan. Pero si se aprueba esta nueva iniciativa, ¡lo más probable es que ni nos dejen entrar! Esta contrarreforma nos hará cantarle al medio ambiente con otra frase de Juan Gabriel: “Perdóname mi amor por todo el tiempo que te amé y te hice daño”.

José Caballero

José Caballero

Empresario e Inversionista. Socio Fundador de Solardec. Ingeniero del Tec, MBA de Kellogg y Especialista en Administración de Energía por el EGADE. Apasionado de la sustentabilidad, tecnología y lectura.

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