Después de cuatro años de la nueva administración, la dependencia que tiene nuestro País con el exterior, de gasolinas y de diésel, para abastecer la demanda nacional, se mantiene en niveles tan elevados, que el objetivo de alcanzar la autosuficiencia de estos energéticos durante este sexenio, es sin duda alguna inalcanzable, a pesar de las reconfiguraciones y reconversiones de las seis refinerías en el País.
De hecho, ni con la nueva refinería operando a plena capacidad, se podría alcanzar ese objetivo, ya que su capacidad máxima de refinación es de 340 mil barriles diarios, cuando al mes de agosto se importaron 719 mil barriles diarios de gasolinas y de diésel, y un mes antes, en julio, fueron 861 mil barriles diarios importados.
Con datos al mes de Agosto, que son los últimos publicados, Pemex aún no recupera la máxima producción de petrolíferos totales que se registró en 2017, (911 mbd vs 915 mbd) a pesar de las cuantiosas inversiones en reconfiguraciones y reconversiones ya comentadas, aunque si solo consideramos la producción de gasolinas y de diésel, ya se producen un poco más que el máximo reportado, y pasan de 410 mbd a 420 mbd.
No obstante la mayor producción nacional de gasolinas y de diésel, ésta ha sido insuficiente para satisfacer el incremento en el consumo interno en lo que va de 2022, que aún sin recuperar los niveles pre pandemia, está creciendo a tasas cercanas al 30 por ciento, por lo que se ha tenido que importar más, y han aumentado de 536 mbd importados en promedio el año pasado, a 719 mbd en agosto pasado.
El gasto que ha tenido que sufragar Pemex para importar petrolíferos y otros derivados en lo que va de este año, supera a los ingresos por exportaciones de crudo, llevando a números rojos la tradicional balanza superavitaria de Pemex con el exterior.
Con cifras acumuladas al mes de agosto, los ingresos por exportación de petróleo crudo han aportado ingresos excedentes para Pemex del orden de los $288 mil millones de pesos, mientras que el gasto en importación de mercancías para reventa, ha aumentado en $303 mil millones de pesos.
Ahora, si consideramos que el aumento en el precio del petróleo se traduce también en un mayor pago de derechos a cargo de Pemex, se tiene que, en lo que va del año, se reportan mayores pagos de derechos por $146 mil millones de pesos, por lo que esto, aunado al balance negativo en operaciones con el exterior, lleva a la conclusión de que, contrario a la creencia popular, el mayor precio del petróleo, no se traduce en un beneficio financiero neto para Pemex,
Ante esta situación, el Gobierno Federal decidió monetizarle a Pemex el segundo estímulo fiscal que se viene aplicando desde el pasado mes de Marzo, a la venta de primera mano de gasolinas y de diésel, dándole devoluciones, en lugar de acreditamientos, para elevar sus ingresos propios.
Esto se refleja a su vez en una recaudación negativa de IEPS total a las gasolinas, que al mes de agosto se reporta en menos $84 mil millones de pesos, por lo que excluyendo el IEPS estatal, la recaudación negativa de IEPS federal supera los $100 mil millones de pesos, ingresos que han sido transferidos a Pemex, en adición a los apoyos gubernamentales presupuestados, por lo que al mes de agosto, Pemex reporta ingresos extraordinarios, diferentes a ventas, por un total de $262 mil millones de pesos, por lo que en la práctica, el Gobierno Federal le está devolviendo a Pemex la totalidad de su contribución adicional, originada por los mayores precios del petróleo, para poder reportar resultados financieros positivos.
Es decir, el balance financiero positivo que viene reportando Pemex, de $64 mil millones de pesos en 2021 y de $31 mil millones de pesos al mes de agosto de este año, son posibles gracias a las transferencias presupuestales que recibe del gobierno federal, las cuales sumaron $348 mil millones de pesos en 2021 y al mes de agosto de este año suman ya $262 mil millones de pesos.
Por otra parte, es importante mencionar que a partir de esta semana, se volvió a reactivar el segundo estímulo a la venta de primera mano de gasolinas y de diésel, el cual se había ido prácticamente a cero en las semanas anteriores, pero ahora resurge, sin justificación aparente, porque los precios del crudo siguen a la baja, lo que mantendrá las devoluciones de IEPS federal a favor de Pemex.
En resumen, lo que se tiene es que, en el neto, los ingresos petroleros adicionales que está recibiendo el Gobierno Federal, por mayores derechos de hidrocarburos pagados por Pemex, se los ha tenido que regresar, vía devoluciones de IEPS y vía transferencias, para que Pemex pueda reportar un balance financiero positivo, ya que los mayores ingresos por exportaciones de crudo, son insuficientes para pagar las mayores importaciones de gasolinas.
Afortunadamente, la mayor recaudación de ISR y de IVA, propiciada por la mayor inflación, está proporcionando ingresos adicionales suficientes para financiar los estímulos al IEPS federal a las gasolinas y al diésel.