Dirigir una empresa familiar conlleva exigencias altas y prolongadas. Un empresari@ familiar debe asegurarse no sólo de que el negocio sea competitivo y rentable; sino también de mantener en equilibrio las exigencias del mercado, los proveedores, colaboradores, grupos de interés y de la familia empresaria. Se requiere mucha energía e inteligencia para no perder la brújula.
Y es que, cuando el estrés y la frustración se experimentan continuamente, durante largos períodos de tiempo, nuestra salud, relaciones, productividad y eficiencia se ven afectadas. No es raro encontrar empresari@s familiares a punto del ‘burnout’: “Me apasiona lo que hago, pero últimamente, ya no lo disfruto como antes… No logro concentrarme, estoy cansado casi siempre y hago un gran esfuerzo por no demostrarlo”.
Nuestro cuerpo tiene un límite. Hay que saber cuándo parar. Tres (3) signos inconfundibles de que estás desgastado profesionalmente son:
1. Te sientes exhausto física, emocional y mentalmente.
· Físicamente: Te levantas cansado; con dolores musculares. No duermes bien.
· Emocionalmente: Te falta motivación. Sientes que no recibes el reconocimiento que mereces. No toleras que te critiquen. Experimentas regularmente dolor de cabeza.
· Mentalmente: Tu span de retención es muy corto. Pides que te repitan las cosas y omites información relevante. Tu razonamiento es lento. Inviertes más tiempo en realizar tareas que antes resultaban sencillas.
2. No logras desconectar.
Trabajas en exceso y de forma continua. El negocio familiar y sus complejidades están continuamente presentes en tu mente—a veces hasta sueñas con ellas. Lidias diariamente con presiones intensas, asuntos controversiales y negociaciones difíciles.
3. No estás dispuesto a parar.
Abusas del azúcar, la cafeína, el cigarro, las bebidas energizantes, el alcohol o cualquier otra cosa que pueda “ayudarme a rendir”. Te convences que de “muy pronto voy a descansar y a tomar vacaciones”; sin embargo, el tiempo pasa y no concretas esos planes.
¿Qué hacer?
TIP # 1: Acepta la Realidad.
El burnout existe y llegará el punto en que, aunque tú no quieras, tu cuerpo te exigirá parar. Los errores de juicio en la empresa y las hospitalizaciones no mienten. Estás jugando a la ruleta rusa con tu equilibrio mental, con tu negocio y con el patrimonio de tu familia.
TIP # 2: Invierte en Tecnología.
Rodearse de gente capaz es un requisito indispensable para crecer. Sin embargo, hay que reconocer que cada vez es más difícil conseguir y retener talento. En esta época en que la virtualidad y la inteligencia artificial están proliferando, la tecnología es tu mejor aliada.
TIP # 3: Controla tu Agenda.
Si estás trabajando más de 12 horas diarias, asegúrate de planificar, al menos, un día y medio a la semana para liberar estrés. Tú eres el único responsable de hacer espacio en tu agenda. Realiza todas tus comidas e hidrátate adecuadamente.
TIP # 4: Cambia de Rol y Planifica a Futuro.
Los cambios de ritmo y hasta de espacio (lugar de trabajo) nos permiten reponer energía y obtener nuevas perspectivas. Tal vez éste sea el mejor momento para comenzar a planificar tu sucesión—ojo, no dije retiro. La planificación de la sucesión (a nivel de operación) implica años de trabajo, y para detonar el proceso podrías comenzar delegando algunas funciones y analizando los resultandos.
En conclusión: ¡Cuida tu salud! Recuerda la famosa frase del Dalai Lama: “No entiendo al hombre; pierde su salud para ganar dinero y después pierde el dinero para recuperar su salud…”.
¿Así, o más claro?
SOBRE LA AUTORA:
Socia de Trevinyo-Rodríguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Médico, Petrolero y de Retail.