Teresa Parejo, Directora de sostenibilidad de Iberia.
Hoy la sostenibilidad está en boca de empresas, gobiernos y personas. Es un tema que ha permeado por completo el debate público y, por supuesto, es uno de los grandes retos que tiene la humanidad, el cual no da espera.
Por ello, en Iberia, lograr una transición ecológica justa e inclusiva está en el centro nuestra estrategia corporativa tanto actual como de cara al futuro.
No obstante, en muchas ocasiones la sostenibilidad se considera sinónimo de cuidado del medio ambiente. Esta concepción no es incorrecta, pero sí la podemos considerar incompleta. Por supuesto, la sustentabilidad ambiental es uno de los pilares en nuestra estrategia, y en los últimos años hemos venido implementando una serie de medidas para reducir nuestro impacto lo máximo posible.
Hemos llevado a cabo una importante renovación de la flota, incorporando aviones de última generación más eficientes que consumen hasta 30% menos combustible. Además, IAG fue el primer grupo de aerolíneas del mundo que se comprometió a lograr las cero emisiones netas de carbono en 2050 y, también, el primero en alcanzar el compromiso de operar el 10% de sus operaciones con SAF para 2030, para lo que invertiremos más de 800 millones de dólares en su desarrollo. De hecho, en Iberia creemos que la transición ecológica de nuestras operaciones no es posible sin el desarrollo de los combustibles sostenibles, y pensamos que el SAF es el único camino viable, hoy en día, para lograr una aviación sin emisiones y sostenible.
Pero la sostenibilidad no solo debe centrarse en lo ambiental, pues dejaríamos sin cubrir una parte fundamental: la social. En Iberia tenemos la firme convicción de que la aviación no solo debe centrarse en transportar personas, sino que tenemos que buscar que nuestra actividad y nuestras acciones trasciendan la parte económica y se centren, también, en generar prosperidad a la sociedad.
Precisamente, otra de las acciones que estamos llevando a cabo es medir cómo es ese impacto social que genera Iberia con sus vuelos en todo el mundo. De momento, hemos obtenido resultados para nuestras rutas de Buenos Aires y Lima, y nos arrojó algunos datos como la generación de casi 27 mil empleos, cuya remuneración es de 4.5 veces el promedio nacional, así como un aporte de más de 335 millones de euros al PIB turístico de ambos países, por mencionar tan solo tres factores de todos los que se analizan.
Todavía queda mucho por recorrer en este camino, y estamos aún lejos de lograr las ambiciosas metas que nos hemos propuesto, pero gracias a una hoja de ruta clara y a un compromiso determinado, sabemos que la sostenibilidad es posible y, por supuesto, que esta tenga tinte social.