En la era digital, los datos abiertos han surgido como una herramienta poderosa que contribuye a propiciar la colaboración entre los distintos sectores de nuestro país. Estos datos, que deben ser liberados de manera gratuita por instituciones públicas, no solo promueven la rendición de cuentas, sino también empoderan a las personas en diversos aspectos de su vida cotidiana, para transformar el entorno a partir de la innovación.
Por ello, es evidente que la importancia de los datos abiertos no se limita solo a la esfera gubernamental, también se constituye como un motor que permite a las personas, a las organizaciones y, por ende, a la comunidad de práctica desarrollar soluciones novedosas que permitan abordar los diversos desafíos que enfrentamos en México, los cuales pueden asociarse al ejercicio de derechos y servicios asociados con la salud, educación, seguridad y justicia, entre otros temas de interés general.
En este contexto, en 2022 dimos inicio a la construcción de la Política Nacional de Datos Abiertos. Un esfuerzo sin precedente enmarcado en la estrategia denominada “Abramos México”, que busca definir y alcanzar objetivos concretos en esta materia. Este trabajo representa para nuestro país un paso oportuno y audaz, sostenido por la colaboración entre instituciones y personas provenientes de diversos sectores, que comparten la convicción de que la información pública generada y resguardada por las instituciones debe estar disponible para todas y todos.
Abramos México se basa en el reconocimiento de que el acceso a datos no es simplemente una cuestión técnica, sino un pilar fundamental en democracia, pues contribuye a la edificación de una sociedad informada, así como de instituciones públicas sólidas. Tras un año y medio de trabajo, esta estrategia se sustenta en 18 reuniones de un grupo técnico; 7 mesas temáticas con personas especialistas; 11 foros regionales celebrados en diversos estados del país; 5 mesas abiertas; 9 sesiones informativas y de diálogo con la sociedad civil, áreas técnicas del INAI, autoridades y comunidad internacional, así como una consulta pública. Este proceso derivó en la recepción de 788 comentarios que fueron atendidos de manera transparente y que están disponibles en la página abramosmexico.mx.
En virtud de lo anterior, es momento de informar, con mucho orgullo, que esta semana se presentará formalmente el borrador de este proyecto ante la Comisión de Estado Abierto y de Transparencia Proactiva del Sistema Nacional de Transparencia. Confío en que, eventualmente, las comisionadas y comisionados que conforman el Sistema Nacional de Transparencia, respaldarán y promoverán la aprobación de la política pública en cada instancia y en cada etapa, allanando el camino para dotar al Estado mexicano y a la sociedad de un instrumento que dirija el rumbo de esta agenda.
De lograrse su aprobación y publicación, sociedad y gobierno avanzaremos en objetivos estratégicos orientados al fortalecimiento de procesos institucionales para asegurar (1) la coordinación e implementación de políticas públicas, especialmente en lo concerniente a la apertura de datos institucionales, (2) la planificación de la apertura de datos en consonancia con las principales demandas y necesidades de información, (3) la publicación integral y articulada de datos abiertos con objetivos específicos de influencia, y (4) el uso sin restricciones y, con ello, la explotación plena de los datos abiertos publicados.
Los datos abiertos emergen como una fuerza transformadora en la era digital, trascendiendo los confines de las instituciones gubernamentales para catalizar la colaboración y la participación ciudadana, así como para construir nuestra memoria nacional que, ahora más que nunca, se desarrolla intensamente en el entorno digital. A medida que la Política Nacional de Datos Abiertos tome forma y avance hacia su consolidación, estaremos construyendo un puente entre el pasado y el futuro de México.
El autor es comisionado del INAI.