Comisionado del INAI

El futuro de la transparencia y la privacidad: un desafío compartido

La transparencia y la privacidad son principios inquebrantables, y el INAI debe persistir para que México avance hacia un futuro promisorio y garantista, promotor de la igualdad y la libertad.

Estamos en un momento decisivo para el futuro de la transparencia y la privacidad en México. El INAI y el Sistema Nacional de Transparencia presentan un contexto que podría redefinir su rol en la vida pública del país. Sin embargo, lejos de ceder ante la incertidumbre, debemos impulsar un diálogo que permita fortalecer los pilares democráticos construidos.

El INAI ha sido fundamental en la transformación nacional, al garantizar dos derechos cruciales que contribuyen a la construcción de una sociedad cada vez más justa: el acceso a la información y la protección de los datos personales. Por ello, su labor no se ha limitado a una función administrativa, sino a movilizar un engranaje indispensable para asegurar que la transparencia y la privacidad sean ejes de la confianza entre la ciudadanía y el gobierno.

En un contexto de cambio normativo e institucional, será necesario alinear esfuerzos hacia la visión de un México más democrático y justo, en el que nuestros derechos no sean vulnerados y, por el contrario, sean promovidos. Aquí, debemos ser muy claros: la defensa de las funciones del INAI no representa una resistencia al cambio, sino un firme compromiso con la continuidad de los principios que sostienen nuestro sistema político.

Tenemos la convicción de que este instituto debe continuar siendo un actor estratégico en un Estado que busca la transformación, sin comprometer el ejercicio de los derechos que ha defendido desde su creación. La transparencia y la privacidad son principios inquebrantables, y el INAI debe persistir para que México avance hacia un futuro promisorio y garantista, promotor de la igualdad y la libertad.

En lo personal, y en lo institucional, debemos promover un diálogo abierto y constructivo con los poderes de la Unión y los diversos sectores sociales, no sólo para asegurar la continuidad de este organismo, sino para revisar y fortalecer su estructura, y adaptarla a las nuevas realidades de un México en constante cambio. Para que la transparencia y la privacidad sigan siendo pilares de nuestra democracia y de la justicia, es imprescindible actualizar sus mecanismos y procesos. Lejos de oponerse al cambio, el instituto apuesta por un enfoque colaborativo que permitirá su evolución.

Ante la posibilidad de una reforma constitucional, los cambios están implícitos; sin embargo, éstos deben realizarse con la mayor cautela, asegurando que no se comprometa la garantía de derechos humanos fundamentales. Es crucial que cualquier proceso de reestructuración mantenga un enfoque centrado en la preservación de tales prerrogativas, ya que son necesarias también desde una perspectiva de gobernanza, para la rendición de cuentas y el Estado de derecho.

Desde el INAI seguiremos trabajando por una reforma que permita enfrentar los desafíos futuros sin debilitar las garantías ciudadanas que la sociedad mexicana ha conquistado. Mantener un equilibrio entre el cambio y la protección de derechos será la clave para asegurar que la evolución institucional beneficie a la gente.

El INAI ha sido, es y debe seguir siendo un bastión de la transparencia y la privacidad en nuestro país. Su existencia no es un fin en sí mismo, sino un medio para garantizar dos de los derechos humanos que sostienen nuestra democracia y orientan el destino nacional hacia la justicia. En este momento de retos, es imperativo que los sectores estemos unidos en pro de estos principios, para que el futuro de México sea uno en el que el acceso a la información pública y la protección de los datos personales sean derechos inalienables.

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