Warren Buffett dijo: “Si usted fuera dueño de todo el bitcoin del mundo y me lo ofreciera por 25 dólares, no lo compraría… ¿qué haría con él? Tendría que vendértelo de una forma u otra. No va a hacer nada”. Podemos tomar las declaraciones bajo la óptica de dos extremos, la de un hombre de 92 años que no entiende la modernización o la de un genio financiero que ha sido el prototipo del éxito de sus fondos de inversión.
Después del despegue meteórico de las criptomonedas se han convertido en una “montaña rusa” con grandes ganancias y pérdidas profundas. Te invito a que abras la página Investing.com y busques el bitcoin, sitúa la gráfica a un año y veras de lo que te hablo.
Esta enorme volatilidad es causada precisamente por lo que comenta Buffett; las criptomonedas no han logrado colocarse como una verdadera moneda, al ser difícil transaccionar con ellas y sólo se mueven entre los compradores y vendedores que operan en el mercado, no entran en el engranaje de producción.
Por el contrario, han sido utilizadas para el pago de actividades ilícitas, además de requerir una cantidad de energía descomunal para su minería, conduciendo al uso de alternativas contaminantes.
La tecnología de blockchain promete ser un sistema que tarde o temprano será popular para el manejo financiero y de hecho los bancos centrales del mundo están en eso, pero cuando se trata de inversiones “adelantarse demasiado” es lo mismo que equivocarse.
La anécdota es personal; sin embargo, estoy seguro de que muchos tienen alguna referencia similar. Un sobrino de apenas 12 años me decía que transaccionaba con criptomonedas a través de una plataforma de brokerage desde su celular; hace unos meses ya había ganado 50 dólares.
Esto podría verse como positivo si pensamos que se entra muy joven a las decisiones sobre el dinero, pero me queda la duda de si en realidad aprende a especular y no a invertir de manera patrimonial.
Por supuesto que las criptomonedas están lejos de morir y seguirán siendo una posibilidad para dirigir recursos, sólo que por el momento es para quienes les gustan las “montañas rusas”.
El punto principal es cuánto destinar; todos los inversionistas expertos con los cuales me ha tocado interactuar, me han mencionado porcentajes que van de un 3 a un 10 por ciento del monto orientado a los mercados para quienes desean “experimentar” con esa opción.
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