Los jóvenes tienen un reto generacional muy diferente a los de sus antecesores y aunque se entiende que pensar en la jubilación podría parecer prematuro, sí es importante ponerlo en el radar de lo que habrán de enfrentar para prepararse con tiempo para ello.
Debes estar consciente que eres en esencia un “yo joven” en el presente, pero también el “yo viejo” del futuro. Si gastamos mucho ahora, el “yo joven” estará feliz, y el viejo se entristecerá porque lo acabas de desproteger; por el contrario, si ahorramos todo hoy, nuestro “yo joven” será quien esté inconforme, mientras el mayor se sienta seguro. La respuesta a esta aparente contradicción es disfrutar el presente, con la responsabilidad del mañana.
Nos hacemos viejos y si en el 2020, quienes superaban los 60 años representaban el 13.5 por ciento, para el 2050 alcanzarán el 25 por ciento e irá en ascenso, convirtiéndose en mayoría como ya es en otros países.
Por su parte, los cambios en el sistema de pensiones en México llevan a que quienes empezaron a cotizar después de julio de 1997 se jubilen con sus propios recursos; es decir, nadie te va a dar dinero para que te retires y además, habrá pocos hijos para ayudarte. Solo depende de ti el ahorrar para esa etapa de la vida.
Independiente de la meta que tengas, una aspiración legítima sería el poder conservar la mayor parte del último flujo de ingreso percibido para sostener un nivel socioeconómico. Según la OCDE, se necesita un ahorro a lo largo de la vida laboral del 18 por ciento para acercarte a ese parámetro.
Antes de la reforma de 2021, el ahorro para el retiro por medio de las Afore era de 6.5 por ciento y ahora llegará al 15 por ciento paulatinamente hasta el 2030. Por tanto, un propósito sería compensar en forma adicional lo que falte para llegar a un 20 por ciento para así mantener el objetivo de una buena jubilación.
Por supuesto, si no cotizas, ya sea porque eres profesionista libre o emprendedor, deberás tener la constancia y fortaleza para realizar este ahorro por completo.
La recomendación es que introduzcas en tus finanzas personales este punto de referencia desde tu presupuesto y aunque no logres esos montos de ahorro, sí te esfuerces para hacerlo en el futuro, pues con un portafolio de inversión y paciencia es posible formar un patrimonio suficiente para tener una vejez digna.
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