El auge del home office conlleva un conjunto de desafíos para los directivos empresariales, quienes deben adaptarse a un contexto virtual, incluso cuando este escenario no es de sus favoritos. Sin duda, la modalidad remota ha llegado para quedarse, convirtiéndose en un elemento indispensable para retener talento.
El coaching ejecutivo ofrece aportaciones estratégicas invaluables en este entorno. Va más allá del simple cumplimiento de los aspectos legales, y busca consolidar un equipo de alto rendimiento, lo cual requiere lograrse en la distancia.
A continuación, te propongo algunas ideas que podrían funcionar como una lista de comprobación para evaluar tu enfoque:
1.- Establecimiento de metas claras y alcanzables: transmitir objetivos realistas en un ambiente virtual es esencial. A veces se presupone erróneamente que estando en casa, todo el tiempo es para la empresa.
2.- Desarrollo de habilidades de comunicación y colaboración efectiva: reforzar la escucha activa, empatía y asertividad para fomentar la ayuda y comprensión mutua. Existen herramientas digitales que facilitan esta interacción.
3.- Gestión del tiempo y autodisciplina: respetar los horarios, fijar un código de vestimenta y normas para las comunicaciones, como la visibilidad ante la cámara, son elementos claves.
4.- Promoción del equilibrio trabajo-vida: separar el ámbito personal del laboral en un contexto de teletrabajo, de manera que se diferencien.
5.- Adaptación de las cualidades del liderazgo a entornos virtuales: recordemos que un buen líder saca lo mejor de cada uno de los miembros y sabe gestionar adecuadamente los conflictos. El reto es que la lejanía física puede dificultar esta convivencia y se requiere mayor grado de percepción.
6.- Creación de una cultura virtual positiva: fomentar la inclusión, el respeto y la transparencia. La idea es ir más allá de lo laboral, propiciando amistades que contribuyan al apoyo mutuo.
7.- Procurar la innovación y creatividad: estimular la diversidad de pensamiento y organizar sesiones de brainstorming virtuales. Es crucial propiciar la participación de quienes, por su carácter, suelen hablar poco.
8.- Implementación de políticas de trabajo flexibles: combinar lo mejor de ambos mundos, oficina y virtualidad, solicitando a los equipos que hagan ciertos días de presencialidad.
9.- Impulsar el crecimiento profesional y el aprendizaje continuo: ofrecer oportunidades de formación. De hecho, el ambiente virtual es adecuado para la capacitación constante.
10.- Utilización de la tecnología para facilitar el contacto: verificar que las personas tengan acceso a las herramientas necesarias.
11.- Buscar el bienestar y la salud mental de todos: mantenerse cercano al equipo, no sólo en temas laborales, sino también para tener conversaciones informales y comprender su entorno.
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