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Protege tu legado: el poder del fideicomiso

Un fideicomiso es un acuerdo legal y financiero en el que traspasas tus activos a un tercero (el fiduciario) para que los administre a favor de tus seres queridos (los beneficiarios).

¿Te has preguntado alguna vez cómo las familias exitosas logran resguardar su patrimonio y asegurar un futuro financiero estable para sus seres queridos? Te comparto una herramienta que podría ser una alternativa atractiva para proteger y gestionar la riqueza: el fideicomiso.

Imagina que eres capaz de crear una barrera invisible alrededor de tus bienes, protegiéndolos de demandas, acreedores e incluso conflictos familiares. Esa es la esencia de este instrumento, un acuerdo legal y financiero en el que traspasas tus activos a un tercero (el fiduciario) para que los administre a favor de tus seres queridos (los beneficiarios).

Supongamos que eres un empresario que ha trabajado incansablemente para construir una compañía próspera y deseas resguardar tus activos ante posibles litigios o problemas financieros. Esta figura podría ser una solución para tener en cuenta.

No obstante, es crucial recordar que este mecanismo es una opción entre varias para proteger y administrar tu patrimonio. Además, establecer y sostener una entidad de este tipo conlleva costos y riesgos. Los gastos iniciales llegan a ser considerables, incluidos los honorarios de abogados y otros profesionales. Asimismo, mantener esta figura implica erogaciones administrativas y de gestión.

Respecto a los riesgos, seleccionar un fiduciario confiable y competente es esencial, al ser el responsable de administrar los activos para los beneficiarios. También resulta fundamental asegurarse de que la estructura esté bien diseñada y se adapte a tus necesidades, ya que podría no ofrecer las ventajas esperadas.

Este instrumento también puede ser útil en la planificación sucesoria y la continuidad del negocio. Por ejemplo, si eres dueño de una empresa familiar, podría ayudarte a fijar reglas claras sobre cómo se deben administrar y transferir las acciones a tus hijos, con un marco legal que facilite la permanencia de la compañía y la armonía entre sus miembros.

Además, estas entidades pueden amoldarse para satisfacer los requerimientos de tus seres queridos. Por ejemplo, podrías crear un esquema educativo para tus nietos, garantizando que siempre tengan acceso a las escuelas que merecen. O podrías establecerlo para un descendiente con discapacidad, proporcionando recursos para su cuidado.

¿Crees que te sería útil formar un fideicomiso? Coméntame en Instagram: @atovar.castro y sígueme en el podcast Dinero y Felicidad, en Spotify, Apple Podcast, entre otros.

Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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