Alejandra Marcos

¿Qué está en juego el martes?

Pareciera que los mercados no saben qué dirección tomar, pues la imagen que emerge es de poca consistencia, aunque recientemente hemos observado un ‘rally’ en las tasas largas, y las monedas de los países emergentes han mostrado una depreciación.

El martes se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, posiblemente será la contienda más competida en la historia reciente de ese país, pues a pocos días de la elección no hay un claro vencedor, y todo indica que el ganador será definido por un solo estado: Pensilvania. Sin embargo, las casas de apuestas dan una ventaja al candidato republicano, Donald Trump, porque ha tomado momentum, y pareciera ser el candidato que puede tener mayor voto oculto.

La naturaleza del mercado es tratar de evaluar escenarios, y los escenarios no son fáciles de dilucidar, y aunque la problemática de Estados Unidos es la misma, las propuestas de ambos candidatos son divergentes y con implicaciones distintas para Estados Unidos, México y el mundo.

En estos días el escenario es de incertidumbre, y pareciera que los mercados no saben qué dirección tomar, pues la imagen que emerge es de poca consistencia, aunque recientemente hemos observado un rally en las tasas largas, y las monedas de los países emergentes –incluido el peso– han mostrado una depreciación, pues los mercados comienzan a incorporar un panorama de mayor aversión al riesgo.

Los retos que enfrenta Estados Unidos son muchos y de diversa índole, pero desde la óptica económica y social, la migración se ha tornado una problemática de carácter nacional, mientras que la guerra con China no tiene bandera entre republicanos y demócratas, y para México la renegociación del T-MEC será un punto toral.

Trump propone la imposición de un arancel universal a todos los productos que sean manufacturados en el exterior, es decir, para todo fin práctico, propone una política de sustitución de importaciones. A primera instancia veremos el traslado de los aranceles a los consumidores finales en los productos importados, que se sumará a la disposición de los productores locales de aumentar precios, por lo que podemos asumir un impacto en el nivel de precios en Estados Unidos, que implicaría un nuevo choque inflacionario por el orden de 1.5 al 2 por ciento, por lo que se desviaría la convergencia hacia el objetivo de la Reserva Federal. A medida de retaliación, los países podrían imponer medidas arancelarias compensatorias, por lo que no podemos descartar mayores presiones inflacionarias a nivel global.

Para los mercados, podríamos ver que, como respuesta del mayor nivel de precios, las tasas se mantendrían en niveles elevados, y por lo tanto veríamos un dólar más fuerte y la inminente pérdida de valor de las monedas alrededor del mundo. Aunado a ello, podemos esperar que el déficit con Trump se mantenga elevado e inclusive aumente hasta el 8 por ciento, como resultado de la extensión de los recortes de los impuestos corporativos y ciertas ventajas fiscales que el candidato republicano está ofreciendo a los corporativos que decidan mantener y acercar su producción a Estados Unidos.

Para Harris, las propuestas son de continuidad de la mayoría de las políticas públicas de Joe Biden. Sin embargo, para su mandato las presiones en el déficit no serán cuestión menor, y aunque logre dar reversa a los impuestos corporativos, el déficit seguirá creciendo aproximadamente un punto porcentual para ubicarse en 7 por ciento.

Trump es un hombre impredecible, autoritario, visceral, combativo, y le gusta sorprender ¿Cómo se regirá Trump en una segunda administración? Hay participantes del mercado que consideran que su mandato será semejante al anterior, donde las amenazas fueron su herramienta más poderosa para negociar, aunque logró crecimiento económico, estabilidad de precios y bolsas al alza. En contraste, hay quienes consideran que inclusive será más radical, más aún si logra la mayoría en el Senado, por lo que en ambos casos es posible estimar volatilidad en los precios de los activos.

Por el contrario, se estima un panorama ligeramente más benigno si Harris resulta vencedora, aunque no por ello debemos de señalar que la prelación de sus ideales políticos sobre los económicos, pudieran tener un efecto puntual para México y la renegociación del T-MEC.

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