Las elecciones de 2021 en la Ciudad de México dejaron la impresión de que la clase media capitalina le había dado la espalda a Morena. Eso generó, además, la expectativa de que en 2024 el voto clasemediero podría quitar a Morena y poner a otro grupo político en la ciudad.
Las encuestas recientes muestran, sin embargo, que la clase media ha dado un giro en sus preferencias políticas: la ventaja que la oposición tenía sobre Morena entre ese segmento hace apenas un año se ha revertido y ahora el partido gobernante cuenta con un apoyo más amplio entre la clase media en la capital del país.
Como muestran las encuestas de EL FINANCIERO, en el segundo trimestre de 2022 el bloque PAN-PRI-PRD promedió un apoyo de 48 por ciento entre electores de clase media, mientras que Morena y sus aliados captaban 39 por ciento, nueve puntos abajo.
Para el tercer trimestre del año ambas fuerzas políticas estaban prácticamente empatadas, con 43 y 44 por ciento, y para el cuarto trimestre Morena ya sacaba una ventaja de seis puntos, al obtener 48 por ciento de las preferencias efectivas, por 42 por ciento que favorecía a la oposición.
En el primer trimestre de este 2023 la ventaja de Morena se amplió a 10 puntos: 50 por ciento de la intención de voto de la clase media para el bloque del partido gobernante, frente a 40 por ciento del bloque opositor. Las cosas están cambiando.
En sólo un año, hubo un swing en las preferencias de la clase media de 19 puntos porcentuales: Morena, que venía abajo nueve puntos, actualmente se ubica arriba por 10 puntos en promedio en el primer trimestre del año.
Se trata de un swing bastante significativo de la clase media en tan sólo un año y a unos 15 meses de las elecciones. La oposición sigue teniendo un apoyo importante de la clase media capitalina, pero es difícil prever si podrá recuperar terreno hacia 2024 entre ese segmento socioeconómico que tanto le favoreció en 2021.
También hay que tomar en cuenta que la clase media no es la única que ha movido el balance de las fuerzas políticas en la ciudad. Entre las clases bajas, Morena y sus aliados han tenido usualmente la delantera, pero, mientras que su ventaja era mínima hace un año, de tan sólo dos puntos, actualmente Morena aventaja por 15 puntos entre los segmentos socioeconómicos bajos de la ciudad capital.
De acuerdo con las encuestas, en el segundo trimestre de 2022 Morena captaba 45 por ciento de las preferencias de las clases bajas, mientras que PAN-PRI-PRD captaban 43 por ciento.
Para el tercer trimestre, Morena subió ligeramente a 49 por ciento y la oposición bajó a 32 por ciento, una caída de 11 puntos. Para el primer trimestre de 2023, Morena captaba 51 por ciento y la oposición se recuperó un poco al obtener 36 por ciento.
Si bien el cambio o swing ha sido menos notable que el que se registra entre las clases medias, para Morena afianzar el apoyo entre las clases bajas capitalinas es una muy buena noticia rumbo a las próximas elecciones. Pero no hay que dar nada por sentado, ya que el electorado capitalino ha dado muestras de una relativamente alta volatilidad en sus preferencias.
Lo que sí es que la ventaja de la oposición entre la clase media capitalina se ha debilitado por el momento. Esto sugiere que las tendencias observadas en una elección previa no son definitorias de lo que suceda en la siguiente elección.
Si pensaba usted que la clase media está descontenta y va a perfilar un voto de castigo al partido gobernante en la ciudad; si pensaba usted que la clase media muy probablemente instalará a otro partido o grupo político en el gobierno capitalino en 2024; si pensaba usted que el voto de la clase media estaba definido... pues habrá que repensarlo todo y estar abierto a otras posibilidades. No parece haber nada escrito sobre piedra cuando se trata de elecciones, y menos cuando el electorado se muestra tan volátil.