Dicen que las comparaciones son odiosas, pero no por ello dejan de ser ilustrativas.
Permítame hacer un comparativo de la popularidad, o porcentaje de opinión favorable, de las personas candidatas a la Presidencia en este 2024, con otras candidaturas desde 2000, según las encuestas que he coordinado en su momento.
La imagen de las y los candidatos es un factor muy importante en la decisión de voto. No se trata solamente de conocerles, sino de tenerles en buena estima. Veamos cómo lucen, y cómo lucían, los niveles de popularidad en abril o mayo, previos a las elecciones presidenciales.
De acuerdo con la encuesta de El Financiero publicada el pasado viernes 26 de abril, Claudia Sheinbaum registró una opinión favorable de 49 por ciento; Xóchitl Gálvez, de 29 por ciento, y Jorge Álvarez Máynez, de 13 por ciento. El mes anterior, en marzo, habían registrado 55, 39 y 17 por ciento, respectivamente, pero tomaré el último dato no solamente por ser más cercano a la elección, sino también para comparar con el mismo momento en procesos previos.
En abril del año 2000, de acuerdo con las encuestas nacionales que me tocó coordinar y publicar en el diario Reforma, Vicente Fox y Francisco Labastida contaba cada uno con 52 por ciento de opinión favorable, mientras que Cuauhtémoc Cárdenas tenía 26 por ciento, la mitad. (Reforma, 5 junio 2000).
En mayo de 2006, Felipe Calderón registró 48 por ciento de opinión favorable, mientras que Andrés Manuel López Obrador contaba con 42 por ciento, y Roberto Madrazo, con 28 por ciento. Otras personas candidatas no alcanzaban 25 por ciento. (Reforma, 24 mayo 2006).
En mayo de 2012, AMLO tenía 43 por ciento de opinión favorable; Enrique Peña Nieto, 40 por ciento, y Josefina Vázquez Mota, 38 por ciento. (Reforma, 2 junio 2012). En ese mismo mes, nuestra encuesta indicaba que AMLO estaba a sólo 4 puntos de Peña en intención de voto, con 38 y 34 por ciento, un escenario cerrado que no arrojaban otras encuestas.
En mayo de 2018, AMLO registró 52 por ciento de opinión favorable, Ricardo Anaya tenía 30 por ciento; José Antonio Meade, con 21 por ciento, y el Bronco, 10 por ciento, según la encuesta nacional de El Financiero realizada en ese mes.
Unos meses antes, en febrero de 2018, AMLO había registrado 38 por ciento de opinión favorable, lo cual ilustra su crecimiento en las encuestas en otro indicador alterno a la intención de voto. (El Financiero, 6 febrero 2018).
En términos de imagen, las candidatas punteras de 2024 ocupan en este ranking de popularidad el cuarto y el undécimo lugar de un total de 20 candidaturas presidenciales, entre 2000 y 2024, pero ellas todavía tienen, por lo menos, tres semanas para crecer en popularidad y que eso se refleje en las encuestas finales que se publiquen.
Hasta ahora, todas las candidaturas ganadoras han registrado una popularidad de entre 46 y 52 por ciento, pero, como ilustra el caso de Labastida en 2000, aun con una popularidad así de alta, no está garantizada la victoria, si tu principal oponente está a la par.
Insisto, las personas candidatas en este 2024 aún tienen tiempo para avanzar o retroceder. Veremos qué sucede en la recta final de la contienda.