Las Encuestas

Democracia y autoritarismo en América Latina

El estudio 2024 llega muy oportuno para documentar el estado de la opinión pública nacional al final del sexenio de López Obrador.

Hoy se dan a conocer los resultados del estudio Latinobarómetro 2024, una encuesta de opinión pública realizada en los países de América Latina y el Caribe desde hace casi treinta años.

Desde su primera medición, en 1995, el estudio Latinobarómetro ofrece una interesante serie de datos sobre las opiniones, actitudes, valores y creencias de las sociedades en la región.

Sus preguntas más citadas son las relativas a las actitudes hacia la democracia, el mercado, el Estado, las instituciones, los partidos políticos, los gobiernos, las expectativas económicas, la desigualdad y la corrupción, entre otras; y a éstas se han añadido temáticas más recientes que tienen que ver con la migración, la inseguridad, el cambio climático, el uso de redes sociales, el comercio en línea, o la inteligencia artificial, por mencionar algunas.

La expectativa en los resultados del Latinobarómetro siempre es amplia, ya que sus datos los siguen y los citan los gobiernos y diversos organismos internacionales, además de periodistas y comentaristas políticos.

Como cada año, la revista The Economist ofrece el adelanto de algunos de los datos que considera más relevantes, por lo general aquellos que reflejan el estado de ánimo hacia la democracia y su funcionamiento. Si usted, estimada lectora, lector, puede consultar esa publicación, sugiero ir revisando el número que comenzó a circular ayer, 19 de diciembre.

Seguramente veremos publicaciones de los resultados en otros medios también, en los días y semanas siguientes, tanto resultados de la región en su conjunto, como de los países específicos. Eso incluye los resultados de México, que esperamos poder ir publicando y comentando en estas páginas de El Financiero.

Mientras tanto, vale la pena ir poniendo al estudio en el contexto de nuestro país.

La primera medición se hizo en el año de la llamada “crisis del tequila”, 1995, con Ernesto Zedillo como presidente de México.

Desde entonces, las encuestas del Latinobarómetro realizadas en el país han cubierto el sentir ciudadano durante los periodos presidenciales de cinco mandatarios: Zedillo, Fox, Calderón, Peña Nieto y López Obrador.

Esas mediciones han reflejando los contextos de las crisis económicas de 1994-1995 y de 2008-2009, además de crisis sanitarias como la epidemia H1N1 de 2009-2019 y la pandemia de covid-19 en 2020-2022, entre otras.

También hay que señalar que el estudio inició en el segundo año del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, el cual cumplió 30 años en 2024.

En ese sentido, el Latinobarómetro ha quedado como un registro histórico de los sentimientos de la ciudadanía, de sus opiniones, a los largo de tres décadas de cambio y transformación política, económica y social.

Pero también tecnológica. Cuando inició el estudio hace casi tres décadas, internet comenzaba a cambiar el panorama de las comunicaciones, y las “benditas” redes sociales ni siquiera estaban en los prospectos de uso cotidiano entre las sociedades, hoy crecientemente digitalizadas.

El estudio Latinobarómetro constituye, en ese sentido, un acompañante que ha ido registrando cómo nos sentimos, qué pensamos y cómo hemos cambiado en la región.

Es un testigo ocular, presente, que da fe de lo que hemos experimentado y cómo hemos reaccionado como sociedades.

Para México, el estudio 2024 llega muy oportuno para documentar el estado de la opinión pública nacional al final del sexenio de López Obrador y al inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta del país, y las reformas que el movimiento de la “cuarta transformación” está llevando a cabo bajo su liderazgo.

La encuesta 2024 se vuelve un corte de caja de lo que “el pueblo” o la ciudadanía opinan, prefieren, exigen, en un momento como este. También es un barómetro de cómo evalúan el rumbo del país.

Creo que, como decía más arriba, hay amplias expectativas en los resultados. Y no está por demás. Las cosas están cambiando. Hay que ver si las percepciones también. Además, las discusiones sobre la democracia, el autoritarismo y el populismo, tienen ahí un recurso importante para analizar y discutir.

Así pues, a un año de su cumpleaños número 30, el estudio Latinobarómetro nos da el pulso de las sociedades latinoamericanas, incluida la nuestra. Ya iremos analizando esos resultados, que son una representación de la opinión pública nacional y regional.

COLUMNAS ANTERIORES

Guadalupanismo en declive
El temor a las deportaciones de Trump

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.