Desde San Lázaro

La economía en 2022: Sálvese quien pueda

Una posible reactivación de la pandemia, el incremento de la inflación y la falta de apoyo para las PyMes ponen en riesgo la perspectiva económica para este año, comenta Alejo Sánchez Cano.

El último trimestre de 2021 pintó de cuerpo entero la perspectiva económica para este año, en el que las previsiones no son nada optimistas y ponen al gobierno federal otro importante reto. Para los mexicanos, se ha visto históricamente, la economía y la seguridad pública son dos de los principales factores que inciden en su bienestar y también en su voto.

Para este año, el aumento de la inflación, que en los últimos meses de 2021 alcanzó niveles que no se veían desde hace 20 años, y un menor crecimiento de la economía son el panorama que se puede anticipar para 2022.

El Banco de México ha establecido un objetivo para este año de controlar la inflación y mantenerla en niveles cercanos al 4.0%. Sin embargo, el objetivo será difícil de cumplir si se mantienen algunos problemas globales que afectaron a la economía mundial en 2021, como las complicaciones y las extremas alzas en los costos en las cadenas de suministros.

Una posible reactivación de la pandemia también tendría un efecto adverso en la economía de muchos países, entre ellos México. En nuestro país se apuesta por la inmunización provocada por las vacunas, y medidas como un nuevo cierre de comercios se ven muy lejanas. La vacunación, por sí sola, no garantiza que un rebrote no pueda presentarse. México, como otros muchos países, tendrá que acostumbrarse por un tiempo a altas inflaciones.

Por la parte del crecimiento económico, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no parece dispuesto a modificar su narrativa sobre la importancia de la inversión privada como generadora de empleo. Sus agresiones verbales hacia el sector empresarial no contribuyen a generar un ambiente de confianza que motive la inversión privada. Además, la salida de capitales del país en 2021 fue la mayor desde 1991: 265,025 millones de pesos al 10 de noviembre.

La inversión pública, por su parte, está concentrada en proyectos de infraestructura de dudosa rentabilidad económica y social, como el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas.

Además, el gobierno federal parece retomar el camino que inició en 2018 al retirar este año los apoyos gubernamentales para las pequeñas y medianas empresas.

El Programa de Microcréditos para el Bienestar prestaba hasta 51 mil pesos. En 2020 tuvo un presupuesto de 2 mil 451 millones de pesos, y en 2021 mil 500 millones. En 2022, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, no existirá más. En tanto, el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas familiares, que prestaba hasta 25 mil pesos, en 2020 tuvo un presupuesto de 36 mil 754 millones de pesos y en 2021 de mil 600 millones. Este año desapareció.

2022 debería ser el año de la reactivación económica, y a pesar de que aún estamos en pandemia los apoyos para las PyMes han sido eliminados para dejarlas a su suerte. “Si tienen que quebrar, que quiebren”, dijo el presidente en medio de la peor crisis económica, en mayo de 2020, al referirse a que el Estado no rescataría empresas.

El gobierno federal se muestra carente de ideas para apoyar a las micro y pequeñas empresas sin que ello requiera recursos adicionales. Establecer un programa de compras gubernamentales a este sector de las empresas, por ejemplo, permitiría a las pequeñas y medianas empresas, que generan más del 60% de los empleos en el país, subsistir a una crisis en la que el gobierno parece decir: “sálvese quien pueda”.

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