Desde San Lázaro

Igualdad de género, para un mañana sostenible (1)

Hoy es el día en el que buena parte de las mujeres del mundo saldrán a las calles a reivindicar sus causas, y en contraparte, habrá otros que las repriman.

Hoy es el día en el que buena parte de las mujeres del mundo saldrán a las calles a reivindicar sus causas, y en contraparte, habrá otros que las repriman.

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

El Día Internacional de la Mujer se torna un escaparate mundial para sopesar el avance de la lucha que hacen las mujeres y hombres comprometidos por la equidad de género, en aras de, en los países menos desarrollados, exigir sus derechos básicos como son: votar y ser votadas; ocupar posiciones de responsabilidad en política y en la sociedad en general; el derecho al trabajo y al estudio; y otros derechos más avanzados, todo ello para llegar a una igualdad efectiva con el hombre.

El movimiento 8M se hace cada vez más fuerte y poderoso. Diversos colectivos, grupos, asociaciones, fundaciones, ONG y mujeres en general siguen luchando cada año para acabar con los acosos, asesinatos, violencia de género, brecha salarial y desigualdades en todas sus formas.

El lema que hace la ONU-Mujeres en torno al Día Internacional de la Mujer en 2022 es trascendental y de gran calado, ya que plantea que existe un vínculo fundamental entre género, equidad social y cambio climático, además de que, sin igualdad de género, el futuro sostenible y equitativo seguirá estando fuera de su alcance.

“Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” busca llamar la atención sobre diversos aspectos que afectan a las féminas; verbigracia, las mujeres y las niñas sufren más el impacto de la crisis climática, ya que esta amplifica las desigualdades de género existentes y pone la vida y los medios de subsistencia en peligro. En el orbe, las mujeres dependen más de los recursos naturales, tienen menos acceso a ellos y a menudo asumen una responsabilidad desproporcionada como encargadas de asegurar el suministro de comida, agua y combustible.

La mujer, que representa 50 por ciento de la población mundial, realiza aproximadamente los dos tercios de las horas de trabajo, recibe la décima parte del ingreso total y posee menos de la centésima parte de la propiedad mundial; empero, las mujeres unidas tienen el poder de cambiar el mundo y lograr la igualdad en todos los ámbitos.

En nuestro país, por desgracia se ha recrudecido la violencia contra las mujeres a tal nivel que los índices delictivos presentan cifras inéditas, en forma paralela, se soslayan las manifestaciones que llevan a cabo, etiquetándolas a priori como emisarias del caos y del desorden, alentadas, dicen, por el conservadurismo.

No debemos perder de vista que el año pasado fue uno de los más violentos en México y en particular contra las mujeres, ya que fueron asesinadas más de 3 mil 500. En tanto, en enero de 2022 se registraron 76 feminicidios en el país. En la Ciudad de México han repuntado en 25 por ciento estos crímenes.

Por otra parte, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta mayo del año pasado se registraron de 23 mil 909 casos de violencia familiar; en tanto, de 2020 a 2021 también aumentaron las violaciones en 28.1 por ciento, con 21 mil 189.

Durante esta administración, lejos de incrementarse los programas y los apoyos presupuestales para el género femenino, se han cancelado la gran mayoría y no ha habido opciones institucionales para reemplazarlos.

Por las medidas de austeridad, las instancias y dependencias encargadas de atender la problemática de la violencia de género han sufrido importantes recortes presupuestales que ponen en riesgo su operatividad.

En lugar de enumerar la clásica retahíla de afrentas que a diario se hacen contra las niñas y mujeres en México, dejaremos la reflexión y consigna de que gobierno que no marche al ritmo de la satisfacción de las demandas de las mujeres, en esa misma proporción estará condenado al total fracaso. (CONTINUARÁ)

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