Desde San Lázaro

Colosio Riojas para presidente

El hijo de Colosio, Luis Donaldo Colosio Riojas, sigue opacando en las preferencias electorales a Alejandro Moreno, líder nacional del PRI, quien ya se siente candidato presidencial.

Al año siguiente del asesinato del candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, 23 de marzo de 1994, el Revolucionario Institucional organizó un magno evento para recordarlo y a partir de ese momento el ideario de Colosio se consideró una parte fundamental de la ideología, programas y plataforma política de ese partido.

Cuando se cumplen 28 años de este magnicidio, extrañamente los priistas callan en el aniversario luctuoso y si acaso solo hicieron referencias de la fecha, dejando atrás el evento multitudinario para recordar a su prócer.

¿A qué se debe esta mezquina acción de la dirigencia nacional del PRI? Pues a evitar que el hijo de Colosio, Luis Donaldo Colosio Riojas, siga opacando en las preferencias electorales a Alejandro Moreno, líder nacional, quien ya se siente candidato presidencial, no obstante la pésima gestión y malos resultados electorales que ha entregado este personaje que, por cierto, se siente tocado por la mano de dios.

De acuerdo a las últimas encuestas que mide la popularidad de eventuales candidatos de oposición para buscar la presidencia de la República en 2024, sorprendentemente surgió el nombre de Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, y que junto con el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ambos militantes de Movimiento Ciudadano, la ‘están rompiendo’ en esa entidad norteña.

Más allá de las filias y fobias que despierta el mandatario regiomontano, el hecho es que con la aprehensión del Bronco sus bonos subieron como la espuma, aunque quien despunta más, sin duda, es el joven Colosio de 36 años de edad.

De acuerdo a una encuesta del Reforma publicada en diciembre de 2021, se ubica al vástago de Luis Donaldo en tercer lugar en las preferencias de los encuestados a nivel nacional, luego de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

El alejamiento de Colosio hijo del PRI es bastante sintomático, sobre todo por lo que ha ocurrido, particularmente desde que Amlito, como llaman sus detractores a Alito, tomó el control, desplazando con ello a priistas de cepa que ahora ven con resquemor cómo se alinea el partido a los designios de López Obrador y sobre todo cómo se está dando el agandalle por hacerse de la candidatura presidencial.

Si alguien duda del sometimiento de la dirigencia del tricolor a AMLO, basta observar los trastumbos en torno a la reforma eléctrica. Hasta hace unos días Rubén Moreira insistía que la discusión fuera después de las elecciones del 5 de junio para sumar las conclusiones emanadas del Parlamento abierto en torno a ella, además de que “no hay prisa para discutirla”, sin embargo, ahora milagrosamente se alineó a lo que quiere Morena para aprobarla en plena Semana Santa.

El caso es que el PRI ha virado 180 grados en torno al apellido Colosio, otrora orgullo tricolor, ahora pareciera que les estorba el apelativo, sobre todo porque alienta en el ánimo colectivo la presencia política de Colosio Riojas como una opción viable para encabezar una candidatura presidencial de la oposición.

Dirán los enterados que todavía falta mucho tiempo para que se decanten las opciónes reales que tiene la oposición para presentar una candidatura competitiva, aunque lo que está claro es que Movimiento Ciudadano tiene una joya que puede sacar a la 4T del poder, en un efímero reinado de seis años.

Luis Donaldo Colosio Riojas por lo pronto se mantiene alejado del canto de las sirenas y ante pregunta expresa, rechaza tener interés alguno por ser candidato presidencial y tiene toda la razón, empero los tiempos y las circunstancias se están alineando para que vuelva a resurgir el apellido Colosio en la constelación de las estrellas de candidatos a la presidencia.

¿Seguirá retumbando en la conciencia nacional el ideario de Luis Donaldo Colosio Padre?, eso ya no depende de los priistas, sino de sus vástagos, quienes seguramente se negarán a que se apague la voz de un hombre que advertía de ver un México con hambre y sed de justicia y de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla.

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