Desde San Lázaro

Reforma electoral: catálogo de la dictadura para mantener el poder (1)

La reforma electoral que mandó López Obrador a la Cámara de Diputados es un catálogo de acciones para liquidar a la oposición.

¡Fuera máscaras! Lo relevante para el presidente es mantener el poder a toda costa, sin importar el régimen democrático e incluso el deseo de las mayorías.

La reforma electoral que mandó AMLO a la Cámara de Diputados es un catálogo de acciones para liquidar a la oposición y con ello preservar el poder para los próximos lustros.

AMLO no dejará la presidencia en manos de un opositor ni en 2024, ni más adelante.

Aquel que piense que entregará la banda presidencial a un sucesor que no sea el que él haya elegido, está totalmente equivocado, ya que no solo busca aniquilar al INE y cerrar toda posibilidad de que los partidos políticos logren la alternancia política, sino también, con el control del Ejército, la SCJN, TEPJF y el Poder Legislativo, impedir toda posibilidad de que aún con toda la oposición unida, se cristalice la alternancia política.

Todos los escenarios posibles para impedir la pérdida de la presidencia de la República están contemplados en la reforma electoral, ya que al tener el control total del nuevo órgano electoral (desaparecería el INE), no habría forma de reconocer el triunfo de los opositores.

La Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforman, Derogan y Adicionan Diversos Artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia Electoral, es la madre de todas las reformas impulsadas por AMLO y en ella se juega su destino político.

Cuando en las democracias avanzadas del mundo los gobernantes se aplican para hacer un buen papel y con ello, seguir en el buen ánimo de la ciudadanía; en México, la 4T busca mantenerse en el poder con la instauración de una dictadura en donde los opositores no tienen cabida por ser considerados “traidores a la patria”.

Veremos cómo se comportan los legisladores ante este nuevo reto y cuántas traiciones se darán ante ‘las presiones ejercidas por el Estado’.

Como hemos insistido en este espacio, la reforma electoral de AMLO no pasará en el Congreso ya que ni siquiera tendrá el voto de sus aliados políticos del PT y PVEM, toda vez que en la Iniciativa se propone quitarles buena parte del financiamiento público, además de terminar con la figura de los plurinominales.

En el catálogo para mantener el poder se busca:

Transformar la institucionalidad electoral al suprimir al INE y crear en su lugar el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) como autoridad electoral independiente garantizando los principios rectores de la función electoral.

El INEC sería la única autoridad administrativa electoral del país. Sus funciones absorberían las de los órganos públicos locales (OPL), es decir, organizaría la totalidad de los procesos electorales de la república, a nivel nacional, estatal y municipal. Además, se propone que lleve a cabo los ejercicios de democracia directa (consultas populares) que prevén la Constitución y leyes.

Elegir mediante voto secreto, directo y universal a las máximas autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales, por postulación de candidaturas a cargo de los poderes de la Unión.

Elegir a ambas cámaras del Congreso de la Unión mediante votación en cada una de las entidades federativas, con el uso del método de listas postuladas por los partidos y candidaturas independientes.

Eliminar 200 diputados federales y 32 senadores para dejar en 300 el número de integrantes de la Cámara de Diputados y en 96, el del Senado.

En los estados y municipios, los Congresos y los ayuntamientos se regirán por el mismo principio de listas postuladas en una sola demarcación que abarca la totalidad del territorio del estado o municipio respectivo.

Limitar el financiamiento de los partidos políticos solamente para gastos de campaña electoral y suprimir el llamado financiamiento ordinario que se les entrega mensualmente cada año; al mismo tiempo, regular las aportaciones de las personas a los partidos y el uso de tales recursos por parte de éstos.

Solo faltó poner en la Iniciativa que ya no existirán los partidos políticos opositores y que el principio revolucionario de ‘Sufragio efectivo, no eelección’ se cambia por ‘Sin sufragio, no es necesaria la elección’.

El periplo que seguirá la reforma electoral en la Cámara baja será -al tener el control de la Comisión Permanente por parte del bloque oficialista, en virtud de que le negaron acceso a ésta a MC y al PRD- convocar a un periodo extraordinario y allí volver a medir fuerzas con la oposición para buscar la mayoría calificada. (CONTINUARÁ).

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