Desde San Lázaro

Delfina, Ana Lilia y Zepeda para Edomex

Si el PRI y el PAN no resuelven el cambio de sus líderes nacionales en el corto plazo, seguramente les pasará factura en el Estado de México.

Si la lógica política y el deseo de ganar se imponen, no hay forma de quitarles la candidatura de sus partidos para disputar la gubernatura del Estado de México a Delfina Gómez por Morena, Ana Lilia Herrera Anzaldo por la coalición Va por México y Juan Zepeda por Movimiento Ciudadano.

Por obvias razones, la candidata a vencer es la aún titular de la SEP y aunque en las últimas semanas Horacio Duarte se ha reunido con el presidente López Obrador en el marco de la elaboración de la iniciativa de reforma electoral, no hay forma de impedir que la maestra Gómez busque por segunda ocasión ocupar la silla que dejará vacante Alfredo del Mazo el próximo año.

En estos momentos, luego del banderazo de salida a las huestes de Morena y rémoras, dado ayer en Toluca, se prepara la selección del candidato mediante la célebre encuesta que lleva a cabo ese partido para aplacar a los perdedores y darle un hálito democrático al proceso de selección.

Una encuesta que es usada para embozar el dedazo que se da desde Palacio Nacional para selección a los candidatos que disputarán cualquier cargo popular de relevancia.

Al máximo elector de Morena, léase Andrés Manuel López Obrador, le viene bien el método de la encuesta porque veladamente puede tirar línea para que gane el aspirante de su preferencia y aunque los inconformes por el proceso exijan conocer al detalle el estudio demoscópico, lo cierto es que solo les dan ‘atole con el dedo’.

Ya lo dijo el senador Ricardo Monreal al ser cuestionado sobre las encuestas que aplica su partido: “no confío en las encuestas de Morena, son manipulables”.

Si algún iluso cree que Horacio Duarte o incluso Higinio Martínez tienen posibilidades de ganar la encuesta, pues sencillamente no ha entendido que AMLO ya se decidió por Delfina Gómez y solo será cuestión de tiempo para que la maestra le deje su cargo en la SEP a algún cercano de Adán Augusto López.

En cuanto al candidato de la coalición Va por México, conformada por el PAN, PRI y PRD, las cosas en apariencia están más complicadas, aunque si en verdad quieren presentar una opción competitiva y con reales posibilidades de ganar, se tienen que decidir por la diputada federal Ana Lilia Herrera, personaje que nunca ha perdido una elección popular, al tiempo de que goza de la simpatía de los panistas, de los perredistas y por supuesto de buena parte de los mexiquenses.

Por supuesto, el PAN tiene a Enrique Vargas como fuerte aspirante, empero, la fortaleza electoral que tiene en el llamado corredor azul desaparece en otras regiones del Estado de México.

Los otros suspirantes al cargo, Ernesto Nemer y Alejandra del Moral no tienen, llegado el momento, los arrestos suficientes para enfrentar a Morena y aliados; uno, a decir de los propios militantes del tricolor, por la enorme cola de corrupción que le precede y sus deslealtades, y la otra, luce muy cándida y bisoña para enfrentar el reto más difícil de su corta experiencia política.

Desde luego, va a ser muy interesante observar por cuál opción se inclina Alfredo del Mazo, ya que si lo hace por uno de sus directos colaboradores, secretario general de Gobierno y secretaria de Desarrollo Social, significará que ya entregó la plaza para irse a despachar a una embajada o incorporarse al gabinete del presidente López Obrador.

En cuanto a Movimiento Ciudadano, no hay ninguna duda de que el senador Juan Zepeda será su candidato y en una de esas, ‘si se voltea el mundo de cabeza’, pudiera convertirse en el caballo negro para llegar de atrás y ganar la elección.

MC de Dante Delgado se va a convertir en el fiel de la balanza de la elección en el Estado de México y por supuesto en la presidencial, de allí la importancia de lo que defina su Comité Ejecutivo sobre su participación en ambos comicios respecto a si se mantiene la idea de ir solos o de plano sumarse a la coalición de oposición.

Si el PRI y el PAN no resuelven el cambio de sus líderes nacionales en el corto plazo, seguramente les pasará factura en el Estado de México. Tanto Alejandro Moreno como Marko Cortés deben dejar sus cargos para fortalecer a ambos partidos políticos en las próximas contiendas electorales.

COLUMNAS ANTERIORES

El robo del siglo
Democracia sindical en el SNTE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.