Desde San Lázaro

Reforma electoral, condenada al fracaso

La reforma electoral oficialista busca minimizar hasta su mínima expresión a los partidos políticos opositores.

Si algún iluso, por decirlo de manera elegante, cree que con los foros de Parlamento Abierto que iniciarán esta semana en el Congreso, se le modificará una coma a la iniciativa presidencial en torno a la reforma político-electoral, pues está muy equivocado, ya que el desperdicio de tiempo, dinero y esfuerzo, tanto de los participantes como de los organizadores, no servirá para nada, salvo para avalar el golpe al régimen democrático para dar paso a la dictadura.

La reforma electoral oficialista busca minimizar hasta su mínima expresión a los partidos políticos opositores, al tiempo de cerrarles toda posibilidad de acceder al poder, mediante el acotamiento de sus márgenes de maniobra y representación en el Poder Legislativo.

Se les quitan espacios políticos, se les reduce el presupuesto y se les limitan los pocos espacios que tienen las minorías para manifestar su voz y su presencia.

Tanto a nivel estatal como federal, con la reforma electoral se inhibe la participación de las fuerzas opositoras a los oficialistas, al tiempo de cerrarle los espacios institucionales y democráticos a la sociedad civil.

Hemos dicho en este espacio que la reforma electoral presidencial es un catálogo para perpetuarse en el poder, al cerrar cualquier posibilidad de alternancia en el poder.

Esta reforma propia de dictadores le pega incluso a los partidos políticos rémoras de Morena, como el PVEM y el PT al reducirles sustancialmente sus prerrogativas y los escaños y curules a los que tendrían acceso de mantenerse el marco político-electoral que está vigente en estos momentos.

Anuncia Morena que en los foros de Parlamento Abierto para debatir las 49 propuestas de reforma político-electoral, se realizarán del 26 de julio al 25 de agosto en la Cámara de Diputados y se transmitirán a través del Ccnal del Congreso y con el apoyo del SPR y la CIRT habrá una mayor difusión.

Mientras que los oficialistas anuncian su farsa de foros, el bloque opositor también llevará a cabo la ponderación de la iniciativa presidencial sobre la materia, aunque se enfocarán principalmente a presentar su propia reforma electoral que le dé mayor fuerza, autonomía e independencia, entre otras propuestas, al INE y al Tribunal Electoral, así como de hacer más equitativas las prerrogativas entre los partidos mayoritarios con las minorías.

La oposición se mantiene en lo dicho sobre evitar que la reforma electoral de AMLO sea aprobada en el Congreso, ya que para que ello ocurra, se requiere la votación de la mayoría calificada en ambas cámaras y estos votos no los tienen Morena y sus aliados.

Si con la frustrada reforma eléctrica del presidente, el gobierno hizo lo imposible para presionar a los diputados y senadores del bloque opositor, en esta ocasión será más cruenta la persecución sobre ellos, ya para cooptarlos, reprimirlos o incluso judicializar en varios de los casos, las querellas que arrastran desde hace tiempo, como es el caso del líder del PRI, Alejandro Moreno.

Veremos de qué cuero salen más correas, pero en estos momentos la reforma electoral oficialista está condenada al fracaso.

Dice el pastor de los diputados de Morena, Ignacio Mier, que en la Junta de Coordinación Política de la Cámara baja, se garantizó un acuerdo para que haya plena libertad de todos los grupos parlamentarios para realizar los foros y asambleas que se considere necesario, a fin de dar a conocer cada uno sus respectivas propuestas y finalmente encontrar un consenso que le dé al país una reforma político-electoral histórica.

Señaló que los foros consistirán en discutir de forma abierta la iniciativa del Ejecutivo federal y las de “49 diputadas y diputados que lo hicieron de manera individual o a través de sus partidos políticos”.

Aseguró que hay propuestas en la materia por parte del PT, el PVEM y el PAN. “De tal manera que tenemos material, van a ser 22 foros”, e invitó a las y los ciudadanos a ser parte del debate.

“Está dirigido a todos los mexicanos y mexicanas, especialmente a los que les interesa el derecho electoral, las leyes electorales y tener un país más democrático”, dijo el líder morenista.

COLUMNAS ANTERIORES

¡Ay, nanita!
Es Kamala

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.