Desde San Lázaro

La alianza opositora es un ‘petardo’

El bloque opositor debe ser más escrupuloso en la selección de sus candidatos y priorizar la alianza con la sociedad civil, que ya anuncia otra marcha en defensa de la democracia.

La simple conformación de la alianza opositora para buscar la alternancia en el poder en la elección presidencial de 2024, no basta, se requiere zanjar una serie de factores endógenos y exógenos para que tome fuerza la coalición integrada por ahora, con el PAN, PRI y PRD y realmente se convierta en una opción competitiva.

Aunque muchos de los aliancistas se hacen de la vista gorda con la permanencia de Alejandro Moreno al frente del PRI nacional, lo cierto es que su presencia en ese cargo no abona a ese partido en su intención de buscar el apoyo de la ciudadanía y menos en constituirse como un activo del bloque opositor, merced a que cada vez más crecen los priistas inconformes por el agandalle de imponer una reforma a los estatutos del partido, que le garantizan permanecer más tiempo en el cargo y definir las candidaturas hacia el proceso electoral de 2024.

Alito fue electo presidente del partido hasta el 18 de agosto de 2023, empero, mediante una sesión virtual amañada y basada en artilugios electorales y jurídicos, algunos miembros del Consejo Político Nacional apoyaron reformar el artículo 83 de los estatutos para que permanezca en la dirigencia hasta finales de 2024.

Esta medida no solo afecta a sus adversarios políticos, sino hasta priistas de cepa que tienen gran poder de convocatoria en sus localidades, pero que han criticado abiertamente la gestión de Moreno por los resultados obtenidos en las elecciones para gobernador, en donde ha perdido todas.

Este no es el único pasivo del actual dirigente nacional de los tricolores, sino que permanece la desconfianza sobre su lealtad, en virtud de que es un personaje que se caracteriza por la traición y su “proclividad forzada” al actual régimen.

Para nadie es un secreto que el PRI va en picada y de no suceder un milagro, su registro nacional estará en riesgo en la elección de 2024, sin embargo, ante este escenario, los priistas prefieren hacerse de la vista gorda, sobre todo aquellos que buscan una candidatura no solo para la presidencia de la República, sino también al Congreso de la Unión, ocho gubernaturas, la jefatura de Gobierno de la CDMX, 30 congresos estatales y mil 596 alcaldías.

Hay que decirlo con todas sus letras, el PRI aporta muy poco a la alianza y con ‘Amlito’ están condenados a su extinción.

En el PRD, las cosas van de mal en peor, ya que los Chuchos no quieren soltar el poder al impedir el surgimiento de nuevos cuadros en puestos de mando, por lo que también es un lastre con el que hay que cargar.

La alianza opositora se consolidará con el apoyo de la sociedad civil y desde luego, con la incorporación de Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, mientras ello no ocurra, están haciendo castillos en el aire ya que sus posibilidades reales de victoria ante Morena y sus rémoras, son remotas.

Desde luego, el desplome en las encuestas de AMLO y los escasos resultados que ha logrado su gestión con indicadores negativos en economía, inseguridad, educación, salud, combate a la pobreza, empleo, entre otros tantos sectores, ha provocado que muchos de sus adeptos que votaron por el tabasqueño en 2018, se muestran decepcionados y contrarios a su “rollo mareador”, por lo que su base de votos se ha reducido a la mitad de los 30 millones que tuvo en esa elección.

En ambos frentes, hay muchas debilidades y pocas fortalezas, por lo que en estos momentos la moneda está en el aire y es por eso que el bloque opositor debe ser más escrupuloso en la selección de sus aliados y priorizar la alianza con la sociedad civil, esa que ya anuncia la segunda marcha en defensa de la democracia, del voto y del INE.

Otro reto de los aliancistas es la selección de su candidato para la presidencia de la República, ya que si el PAN se empecina en nominar a algunos de los gobernadores que tiene en funciones, no será suficiente para sumar al grueso de los votantes, toda vez que esos mandatarios estatales, si bien tienen ascendencia en sus terruños, no tienen presencia nacional.

Los resultados que arrojan las casas encuestadoras serias deben dar luz sobre esos personajes emanados de la sociedad civil o de otras fuerzas políticas ajenas al PAN, PRI y PRD, que pueden comandar este proyecto. De hecho, gran parte del éxito de los opositores al actual régimen se basa en esta decisión.

Por ahora se menciona a Luis Donaldo Colosio o Lilly Téllez, aunque al ser pasados por el crisol partidista de los aliancistas, no son tan bien recibidos.

En lo personal, creo que las filias y fobias, además de los intereses personales o de camarilla que tienen las dirigencias nacionales de los tres partidos que conforman la alianza, impedirán que surja un candidato o candidata de espolones que pueda alcanzar la presidencia.

Desde San Lázaro

Alejo Sánchez Cano Opine usted:

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