A los analistas políticos más avezados no les debe pasar desapercibida una reunión convocada la semana pasada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la disidencia de la Ciudad de México, a la que asistieron poco más de 6 mil profesoras y profesores de la sección 9 de esa organización sindical.
En la asamblea se esbozó lo que es la intensa agenda magisterial para el siguiente trimestre hacia la negociación que deberá culminar el 15 de mayo.
El magisterio de Ciudad de México merece nuestra atención porque fue, en su momento, uno de los bastiones de la CNTE, ese ya viejo movimiento sindical disidente que ahora se encuentra parapetado principalmente en Oaxaca y parte de Chiapas, Michoacán y Guerrero. También es importante señalar que la capital del país es la única entidad federativa en la que la SEP se mantuvo como parte patronal tras transferirse la gestión de los servicios educativos a los estados del país, allá por 1993.
Son tres ejes principales en los que se redondea la agenda de la sección 9 de la CDMX con la dirigencia nacional del SNTE presidida por Alfonso Cepeda Salas: la certeza laboral; el desarrollo de la carrera profesional de maestras y maestros, y la dignidad en el retiro.
El líder magisterial anunció en esa reunión que, durante cinco años, se han alcanzado más de 886 mil basificaciones, más de 30 mil entre maestras y maestros de educación básica agrupados en esa sección capitalina.
Como sabemos, el basificar significa darle permanencia y estabilidad en el trabajo a quienes cubrían interinatos, plazas por honorarios o empleos temporales. Basificar quiere decir otorgar certeza laboral.
Alfonso Cepeda explicó que el magisterio del país reclama corregir el funcionamiento de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM), porque cotidianamente vulnera los derechos laborales y frena el desarrollo profesional de los docentes. Es el área de la SEP a cargo de la exdiputada federal de Morena, Adela Piña Bernal, donde se concentran la mayor parte de las incidencias que dañan el desarrollo profesional de maestras y maestros de todo el país.
Mientras que la titular de la SEP, Leticia Ramírez, se aplica en acatar la orden presidencial de darle certeza a los derechos laborales y estimular la profesionalización y actualización del magisterio, hay funcionarios de esa dependencia que van en sentido contrario.
Cepeda recordó que han reiterado al presidente las demandas de los trabajadores de la educación para reformar el sistema de pensiones, para que desaparezca el régimen de cuentas individuales que han proporcionado ganancias infinitas a los administradores de los fondos de retiro, sin que esto se refleje en mejoras para las pensiones de sus afiliados, quienes ven disminuir su capital paulatinamente.
Otro aspecto sensible es la necesidad de que se incremente el tope de UMA para el cálculo de la pensión. Cuando el salario mínimo fue sustituido por la Unidad de Medida, se dejó a un grupo de trabajadores afectados por haber cotizado y aportado a su fondo de retiro en salarios mínimos y ver afectado el cálculo de sus propias aportaciones. Adicionalmente, las UMA se han topado y su distancia respecto de los salarios mínimos se ensancha. Hasta donde sabemos, el SNTE ha trabajado una propuesta de solución con Hacienda, pero no sabemos si el presidente ha aprobado alguna estrategia para resarcir al personal educativo en retiro.
Lo que sí conocemos es que el magisterio ha acompañado al presidente López Obrador durante toda su gestión y se sabe, por las encuestas que ha realizado Consulta Mitofsky, en su mediciones cotidianas sobre la aprobación presidencial, que el magisterio es uno de los sectores de la sociedad que más apoyan a AMLO.
Amor con amor se paga, dice el dicho popular y es una de las consejas populares que más usa el presidente. AMLO ha sido sensible a las demandas del SNTE, pero ahora es cuando más hace falta que en la SEP, en Hacienda y en Ciudad de México aterricen en hechos, las instrucciones del jefe del Ejecutivo federal.
Por otro lado y de acuerdo a lo informado por el presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, el chiapaneco Plácido Morales, el SNTE ha renovado las dirigencias de más de 30 secciones sindicales a lo largo y ancho del país a través del voto secreto, directo y universal que marca la legislación laboral. Un proceso de democratización sindical paulatino, pero profundo, en el que no ha tenido cabida la nueva disidencia del movimiento que encabeza Ricardo Aguilar Gordillo, sobrino de Elba Esther Gordillo.
Ahora, se acerca el turno en las secciones de Ciudad de México. Si tomamos el ejemplo de los miles de trabajadores que asistieron al encuentro con la dirigencia nacional, podemos observar que la apuesta de la sección 9 del SNTE, es la renovación de cuadros por nuevas generaciones para garantizar el futuro de la organización sindical magisterial en la capital del país.