Dicen en la oficina del gobernador Alfredo del Mazo que su jefe no piensa involucrarse directamente en la campaña de la candidata de los aliancistas, Alejandra del Moral, en virtud de que él solo está abocado a cumplir con su responsabilidad y entregar buenas cuentas a los mexiquenses hasta el último día de su mandato.
Y esa versión es correcta, el mandatario estatal no mantendrá la tradición que llevaron a cabo todos los gobernadores emanados del PRI que ha tenido esa entidad, en lo relativo a apoyar al candidato en turno de su partido, con recursos económicos y con la participación directa de todos los colaboradores de primer nivel, quienes tenían bajo su responsabilidad los resultados electorales de los 125 municipios que tiene el Edomex.
Con esa aplanadora priista no había oposición que pudiera ganarle, incluso en los momentos más álgidos como cuando arrancó la campaña de Enrique Peña Nieto en la que estaba abajo en las encuestas por dos dígitos ante el panista Rubén Mendoza Ayala, sin embargo, logró remontar y ganar por el incondicional apoyo del gobernador Arturo Montiel y por supuesto de la extraordinaria campaña emprendida por el hombre de Atlacomulco.
Cada gobernador echaba toda la carne al asador para que el candidato del tricolor se mantuviera en el poder, incluyendo el abuelo y el padre del actual gobernador, quienes no escatimaron recursos para defender la plaza cuando eran jefes del Ejecutivo estatal.
Ahora, Alfredo del Mazo Maza no seguirá esa línea de actuación que siguieron sus antepasados y que, seguramente, se están revolcando en sus tumbas ante el comportamiento de su descendiente.
Se habla de que son otros tiempos, esos en que el temor al presidente de la República es de tal envergadura que se prefiere meter la cabeza en un hoyo y esperar entregar el poder a la oposición el próximo 16 de septiembre de este año.
Con ello, la maestra Delfina Gómez se convertiría en la primera mujer gobernadora y la candidata que, en una revancha personal, ganara la elección, luego de perderla hace casi seis años a manos del actual mandatario.
Preguntarán algunos si, ante este escenario, la suerte está echada en tierras mexiquenses, a lo cual responderemos que de ninguna manera, ya que los exmandatarios priistas están dispuestos a defender hasta el último de sus recursos, el Palacio de Gobierno del estado.
El único exgobernador que no participa en este intento de mantener a Edomex bajo la égida priista es Enrique Peña Nieto, quien ha preferido dedicarse de tiempo completo a sus actividades empresariales en el viejo continente.
La estrategia diseñada por los exmandatarios ya está en operación en diversos rubros que van desde tareas de comunicación social y marketing digital, hasta labores de campo, que implican recorrer metro por metro el territorio mexiquense.
En esta estrategia participan diversos empresarios de las ligas mayores que no solo les causa escozor la posibilidad de que gobierne Delfina Gómez en la entidad, sino el avance del crimen organizado en la entidad con la connivencia de las nuevas autoridades estatales.
Para nadie es un secreto que los malosos están con la candidata de Morena, PT y PVEM, ya que existen múltiples evidencias de ello. Solo basta ver en cuáles municipios gobierna actualmente Morena en el estado para observar el crecimiento de la incidencia criminal.
Estos connotados hombres y mujeres que van a defender el Edomex de la posibilidad de que haya alternancia política, piden a gritos que si Alfredo del Mazo no va ayudar, por lo menos que no los estorbe, porque si ya de suyo es difícil ir a contracorriente, cuantimás si el gobernador impide su operación política.
La clase política y empresarial del estado también le piden a la candidata aliancista que se ponga las pilas y que sea incluyente con todos aquellos liderazgos regionales que están con ella, pero que están apartados del primer círculo de decisión de la candidata y de sus grupos de inteligencia política.
Le piden a Alejandra del Moral le baje tres rayitas a su soberbia y mantenga los pies en la tierra, ya que los aires de grandeza que, por naturaleza se le da, no abonan en el propósito de defender la plaza hasta las últimas consecuencias.
Otro tema que les preocupa es que el contenido del discurso de Del Moral es muy tibio y conciliador, cuando los mexiquenses padecen la inseguridad, la crisis económica y sobre todo la falta de oportunidades para salir adelante, temas en los que la gestión del gobernador ha fracasado.
La candidata de PRI, PAN, PRD y NA debe ser más combativa y demandante e incluso crítica al propio gobernador, aunque sea su mentor.
En fin, hay demasiado en juego para soportar a una candidata timorata y que tiene la gran ventaja de que la maestra Delfina arrastra una enorme estela de corrupción y de ineptitudes.
Estamos a 10 días de que empiecen las campañas en tierras mexiquenses, tiempo suficiente para ajustar toda la maquinaria priista, panista, perredista y lo que queda de Nueva Alianza, para que se mueva articulada y a todo vapor para impedirle el paso a Morena y sus rémoras.