Desde San Lázaro

Delfina, en picada por yerros propios

Para nadie es un secreto que Delfina Gómez es muy limitada en su lenguaje y cultura, no obstante haber sido secretaria de Educación Pública.

Tiene la mesa puesta para ser gobernadora, a pesar de la estela de corrupción que arrastra, y sin embargo, está dilapidando el irrestricto apoyo que le ha brindado el presidente López Obrador, por errores en el nombramiento de sus colaboradores más cercanos y por la pugna interna que existe entre los morenistas, además de sus propias limitaciones personales.

Las tribus de este partido en el Estado de México exigen su parte del pastel y por ello hacen de todo para que su candidata, Delfina Gómez, les otorgue más espacios y ello, ya de suyo, provoca graves fisuras en el equipo de la maestra con consecuencias graves en el desarrollo de la campaña.

Por ello no es de extrañarse que diversas figuras políticas y líderes de Morena, PVEM y MC pintaron su raya con Delfina, al anunciar que apoyarán a Alejandra del Moral.

Entre los disidentes morenistas destacan: Alfonso Díaz, de Coacalco-Cuautitlán; Sergio Olivares, gente de Higinio Martínez; Cristóbal Ramírez, del oriente de Edomex; y los operadores políticos de Morena en el Valle de Toluca, como Germán Colín, Jaime Cristóbal Ramírez y Arturo Santiago Mendieta, por citar algunos.

Los mexiquenses no se chupan el dedo y saben que si bien es cierto que Alfredo del Mazo, gobernador de la entidad, resultó en ciertos temas, como el de la inseguridad pública, un fiasco, también es verdad que con Morena en el poder y con Delfina Gómez al frente, esos índices delictivos negativos que tienen ahora, serán cosa de niños cuando el partido de AMLO llegue al poder.

El desaire de los mexiquenses para participar en sus actos de campaña es evidente. Las imágenes de sus recientes actos de proselitismo dan cuenta de ello, al tener que retirar la sillería sobrante por la escasa participación de sus adeptos.

Para nadie es un secreto que Delfina es muy limitada en la riqueza del lenguaje, así como en su escasa cultura, no obstante haber sido secretaria de Educación Pública, por ello al contrastarla con su adversaria Alejandra del Moral, pues se hace más evidente esta grave deficiencia de la exalcaldesa de Texcoco, a grado tal que ha rehuido la posibilidad de efectuar más debates de los que exija la autoridad electoral y como están las cosas, ella y su coordinador de campaña, Horacio Duarte, buscarán que solo sea uno en lugar de los dos que se le piden “oficialmente” y que su transmisión solo sea a través de las redes sociales.

Al momento serán dos debates, uno será aparentemente el 20 de abril y otro en mayo, aunque el equipo de la maestra está pugnando porque solo sea uno y lejano a la fecha de la elección que será el próximo 4 de junio, para evitar severos daños.

Hasta en el propio equipo de la extitular de la SEP, observan con temor que en la confrontación de ideas contra la candidata de los aliancistas, saldrán muy raspados, no obstante de tener varios días para prepararla, aunque quienes la conocen saben a ciencia cierta que ni en un año podría estar “al tiro” para salir airosa en un debate contra la abanderada de PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, y no porque ésta sea muy “chicha”, sino sencillamente porque Delfina no puede hilar frases con coherencia y conocimiento.

Tuvo un año siete meses, de febrero de 2021 a septiembre de 2022, al frente de Educación Pública para prepararse como candidata –ya que para nadie era un secreto que AMLO la nombraría por segunda ocasión para ese encargo–, pero la maestra derrochó ese valioso tiempo en hacer otras cosas de las que nos tiene acostumbrados, como las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación, de David Colmenares, por más de 830 millones de pesos.

El war room de Delfina Gómez es un desastre, ya que en lugar de establecer estrategias contundentes para ampliar la diferencia en las encuestas que trae contra su adversaria, se la pasa recomendando eventos y mensajes en las redes sociales y en los medios de comunicación locales y nacionales, que muy poco la ayudan para cumplir con ese propósito. Solo ven la coyuntura, pero no tienen la capacidad para recomendar acciones creativas de gran calado.

Horacio Duarte, más que fungir como su coordinador de campaña, cumple con el papel de “hado madrino” para que su candidata no se arriesgue de más, en virtud de sus conocidas limitaciones.

Eso de declarar que el “feminicidio aqueja principalmente a las mujeres” o que combatirá la corrupción en todos sus frentes, cuando ella ha sido declarada culpable por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por la retención del 10 por ciento de los sueldos de los trabajadores de Texcoco cuando fue alcaldesa, habla de un personaje que hace del cinismo y la ignorancia los principales puntales de su campaña política.

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