Solo un ciego o los consejeros del INE no se da cuenta de los miles de espectaculares instalados en todo el territorio nacional para promover principalmente a Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, quienes sin ninguna vergüenza ni respeto al orden constitucional y electoral, alientan a que gobernadores, empresarios y grupos de dudosa reputación, afines a sus proyectos políticos, los paguen.
Unos, para quedar bien con el próximo jefe del Ejecutivo federal; otros, para recibir a cambio contratos y canonjías. Y los criminales, para mantener y tomar más control de los territorios que ya dominan.
El desvío de recursos públicos para comprar este tipo de publicidad exterior; las cuadrillas de promotores; la presencia en redes sociales y todo tipo de publicidad que se hace anticipadamente a los periodos que autoriza la ley respectiva para hacer campañas políticas, merece ser castigado, no solo con la sanción de impedir que compitan las corcholatas infractoras, por un cargo de representación popular, sino por imponerles sanciones de tipo penal.
Qué se puede esperar sobre el respeto a la Carta Magna si López Obrador la viola todos los días, cuantimás lo hacen otras instancias de los tres niveles de gobierno o sus corcholatas.
Lo que están haciendo Sheinbaum y Adán Augusto transgrede los ordenamientos electorales que prohíben las campañas políticas anticipadas y más si se realizan, a decir de militantes de Morena, con recursos públicos. Las pruebas que avalan lo dicho están a la vista de todos y solo falta que el INE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la Auditoría Superior de la Federación y, por supuesto, las fiscalías estatales y la General de la República, se pongan a trabajar en el marco de sus atribuciones para sancionar a los infractores.
Los delincuentes electorales se exhiben sin ningún prurito de vergüenza, mientras que las autoridades son omisas y hasta cómplices de los actos que hacen al margen de la ley.
Si es cierto lo que dice Ricardo Monreal en relación a los cientos de espectaculares que ha visto durante sus recorridos, no sé qué esperan el INE y el TEPJF para proceder en consecuencia.
“Cuando voy por carretera y veo cientos de espectaculares de mis compañeros, eso me anima más, porque pienso que el dinero en exceso no puede ser la clave política… En 19 estados que he visitado he contabilizado mil 148 espectaculares”, advirtió el político zacatecano.
Durante la reunión celebrada el día de ayer entre consejeros del INE y gobernadores de Morena y rémoras, se puso en la mesa el tema del riesgo que representa el gasto desorbitado en espectaculares no solo para los candidatos del oficialismo, sino para los mandatarios estatales que los pagan violando, incluso el acuerdo que signaron ante el presidente de México, de no cargar los dados a favor de algún suspirante.
En esa connivencia entre autoridades que son omisas, hay una serie de delitos que incumben al orden electoral y como ya señalamos, al campo penal.
Desde luego, si los candidatos del oficialismo están haciendo actos anticipados de campaña y no se les castiga, los opositores, algunos, buscan imitarlos, total, no pasa nada.
Los contrastes entre la opulencia y la pobreza se observan en este dispendio, ya que es común ver que debajo de un espectacular cuyo costo promedio y dependiendo de su ubicación, es del orden de entre 30 mil y cien mil pesos mensuales, está la miseria que se refleja en las zonas más marginadas del país.
El abuso es criminal y las autoridades se ponen el antifaz del cinismo y la omisión para justificar los actos anticipados de campaña con recursos públicos que están haciendo dos de las cinco corcholatas del presidente López Obrador.
La simulación y la delincuencia electoral serán castigadas en las urnas por la irrupción de aspirantes diferentes y honrados como es el caso de Xóchitl Gálvez, cuya publicidad exterior son cartulinas hechas a mano por sus cada vez más simpatizantes.
Cuando todavía faltan seis semanas para que el dedo del presidente Andrés Manuel López Obrador destape a su corcholata favorita, se observa en las encuestas que están estancadas en las preferencias electorales y que el exceso de billete no garantiza el triunfo en la elección presidencial del próximo año, por lo que deberían enfocar los suspirantes del oficialismo sus esfuerzos en otro tipo de mercadotecnia política, aunque está claro que son muy limitados y faltos de creatividad a tal grado que le temen, verbigracia, llevar a cabo debates como los está proponiendo el “carnal” Marcelo.