Las desavenencias que tuvieron Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum con Hugo López-Gatell durante la pandemia por Covid-19, periodo donde el ‘Doctor Muerte’ operó con criterios políticos y de conveniencia personal, en lugar de aplicar un enfoque científico basado en las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud, le han cerrado toda posibilidad de seguir encumbrado en un puesto público, por lo menos en el próximo sexenio.
Fueron públicos los desencuentros que tuvo la exjefa de Gobierno de la CDMX, por la irresponsabilidad del subsecretario de Salud, al impedir que se hicieran pruebas masivas de detección del virus, al tiempo de desestimar el uso del cubrebocas en áreas públicas y luego, resistirse a adquirir los antígenos más eficaces como el producido por Moderna y Pfizer.
El ‘Doctor Muerte’ prefirió y convenció al presidente López Obrador que era mejor apostarle a la inmunidad de rebaño, en lugar de mantener el ritmo de adquisiciones de vacunas para inocular a la población, incluyendo a niños mayores de cinco años.
Todavía a la fecha, solamente está a la disposición de los mexicanos la vacuna patito Abdalá, que carece del aval de la Organización Mundial de la Salud, por ello se explica que en estos momentos existe un nuevo rebrote de Covid-19 y sus diferentes mutaciones.
En los años de 2020 y 2021, cuando la pandemia cobraba la vida de miles de mexicanos, entre los dos principales funcionarios del gobierno federal, Marcelo Ebrard, responsable de buscar la donación de millones de dosis de vacunas, y Claudia Sheinbaum, de contener la propagación en la capital del país, prevalecía una notable preocupación por salvar vidas; y en contraparte, el ‘Doctor Muerte’ se empeñaba en mentirle al principal huésped de Palacio Nacional, con subestimar el impacto del virus.
El 2 de junio de 2020, en plena crisis pandémica, Claudia Sheinbaum le reclamó sobre la razón de engañar al presidente: “¿Cuándo vas a dejar de mentirle?”, estalló la voz firme de la jefa de Gobierno contra Hugo, en una reunión privada y que dieron cuenta varios medios de comunicación.
La presión se desbordó entre ambos funcionarios, ante la falsedad de los datos que presentaba el ‘Doctor Muerte’, sobre la gravedad de los contagios en la capital del país, que era mucho más grave de lo que reportaba.
A partir de ese momento se rompió la relación personal y solo mantuvieron contacto institucional por indicaciones del jefe del Ejecutivo federal.
Las cartas credenciales que avalan el trabajo de Hugo López-Gatell, hablan de su mediocre e inepeto profesionalismo, además de que sus capacidades políticas —si es que las tiene— brillaron por su ausencia, y salvo el haberse metido como hiedra venenosa en la casa presidencial, no tiene ningún mérito en su curriculum vitae.
En cuanto a la relación que prevalece entre Marcelo Ebrard y López-Gatell, es más fría que las tierras siberianas y por ello, a pregunta expresa del periodista Mario Maldonado, de El Universal, si consideraría incorporarlo a su gabinete, la respuesta de Ebrard fue tajante y contundente: no, de ninguna manera.
La crisis vivida en el gobierno de la 4T por la pandemia, originó un cisma entre los responsables de atenderla y en el vórtice de la ineptitud, reluce con letras de bronce el nombre de Hugo López-Gatell.
En la búsqueda de las millones de vacunas que se requerían para atender la pandemia, Ebrard y Martha Delgado emprendieron un periplo por el mundo en busca del deseado antígeno, esa titánica búsqueda contrastó con los escollos y grillas que esgrimió ‘el subse’ de Salud ante el presidente para descalificar ese trabajo.
El excanciller se ha quejado sobre la conformación por parte de Morena, de un grupo de trabajo que se aboca a elaborar el Proyecto de Nación 2024-2030 para el candidato de ese partido, y qué cree, estimado lector, en esa comisión especial destaca la presencia del ‘Doctor Muerte’, junto con otros 20 militantes del oficialismo.
Seguramente, Hugo pondrá el dato sobre el criminal manejo que hizo durante la pandemia y que, a la postre, dejó 800 mil muertos.
Ya ahora, en tiempos de campañas, el ‘carnal Marcelo’ se quejó del desdén que le aventó Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, al no incorporar a nadie de su equipo para incluir sus propuestas, por lo que, a priori, descalificó el proyecto en cuestión.
Aunque el ‘Doctor Muerte’ cree que no necesita recomendaciones para su futuro político, le haremos una, buscar cobijo con Xóchitl Gálvez o con otras corcholatas que no sean ni el excanciller ni la exjefa delegacional de Tlalpan, porque con ellos no tiene cabida.
Seguramente, si gana el oficialismo la elección presidencial, López-Gatell estará atenido a lo que disponga el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque no tiene ningún otro padrino político que avale el desastre que hizo durante su paso por el gobierno de la 4T y que, en resumidas cuentas, fue irresponsable y criminal.