Desde San Lázaro

Ebrard, humillado y traicionado

Marcelo Ebrard es considerado un hombre inteligente y muy avezado en la política, por ello es de esperarse que toda decisión que tome será profundamente analizada.

El maltrato contra Marcelo Ebrard por parte del presidente López Obrador no fue propio, ya no digamos de amigos, sino de compañeros de proyectos políticos y ahora que estuvo consumada la traición y el engaño, lo conmina a seguir en Morena y a aceptar su premio de consolación.

Desde luego, el canibalismo político ejercido contra el excanciller por parte del jefe moral de Morena y de toda la nomenclatura de ese partido, no merece siquiera considerar la oferta de AMLO y de la propia Claudia Sheinbaum; al contrario, ha reiterado que ya no tiene cabida en el oficialismo y reiteró que aparecerá en la boleta presidencial.

AMLO tendrá muchos defectos y capacidades muy limitadas para gobernar, pero no es improvisado en la política y menos en no medir las consecuencias de sus actos, sobre todo, al traicionar a Marcelo porque prometió que los dados no estaban cargados y que no habría cargada de ningún gobernador y menos de abrir las arcas públicas federales y estatales para apoyar a alguna corcholata, entonces ante el rompimiento, se ignoró toda la información confidencial delicada que tiene el exsecretario de Relaciones Exteriores en su poder y que fue obtenida en el ejercicio de esta responsabilidad.

Las pláticas con el presidente estadounidense Joe Biden y sus principales colaboradores en torno a la relación bilateral y los asuntos complejos y escabrosos que no solo tienen que ver con la migración, sino con los cárteles de la droga y su penetración en las altas esferas de poder del gobierno mexicano, se han mantenido en secreto en sus puntos reservados.

Qué no le sabe el ‘carnal’ Marcelo a su compañero de correrías políticas, por ello, este encontronazo de trenes será de pronóstico reservado y no porque Ebrard tenga el mismo poder que ostenta el presidente de la República, sino porque, por esos expedientes reservados e información clasificada que tiene bajo la manga, tiene un poder relevante.

Se ha especulado mucho sobre cuál sería la ruta que seguiría MEC en el futuro, sobre todo porque ya anunció que seguiría en su proyecto de ser presidente de la República y por ello, se abre la posibilidad de que Movimiento Ciudadano lo cobije o incluso aventurarse a buscar una candidatura presidencial independiente, aunque el día de ayer se cerró esa posibilidad.

Se dice que también el Partido Verde podría abrir la puerta y con ello romper con AMLO y Morena, decisión que se antoja peligrosa y aventurada, sobre todo porque este partido siempre se ha alineado con el presidente en turno.

Ante la humillación y la traición es hasta normal el arranque de ira que han tenido Ebrard y su gente y aunque no se comparte, se entiende el sentido de sus primeras declaraciones de romper con la 4T.

Habrá que esperar unos días para que se calmen las aguas, ya que arrojarse al vacío por un capricho o una decisión arrebatada puede ser muy costosa para Marcelo, toda vez que se podrían abrir expedientes judiciales que existen en su contra por la Línea Dorada del Metro o por diversas anomalías que han saltado por su paso en la cancillería.

Para inventar mentiras y judicializar cualquier tema contra un adversario político, la 4T se pinta sola, por ello, el ‘carnal’ debe ponderar fríamente el alcance de su eventual rompimiento con el presidente.

Marcelo Ebrard es considerado por propios y extraños como un hombre inteligente y muy avezado en la política, por ello es de esperarse que toda decisión que tome, será profundamente analizada.

El maltrato y la burla que están haciendo la gente de Claudia Sheinbaum y esos colaboradores cercanos del presidente, que despachan en Palacio Nacional, además de Mario Delgado y Citlalli Hernández y uno que otro gobernador de Morena, más PVEM, por la dolorosa derrota infringida a Marcelo, le deja poco margen de acción para mantenerse en este partido y menos aceptar un premio de consolación y con ello claudicar en sus principios, dignidad y cosmovisión política.

Dejemos a un lado que Ebrard siempre le fue leal a AMLO, además de dejarlo pasar dos veces en su periplo por disputar cargos de poder, eso ya no tiene importancia; lo relevante es lo qué viene a futuro y por lo que se asoma ahora, y a decir de varios colaboradores cercanos al excanciller, MEC no romperá con el presidente, pero no cejará en el su empeño de estar en la boleta presidencial.

Se dice que la irrupción de Ebrard en la contienda por la presidencia de la República, fragmentaría el voto de la oposición y con ello se restarían posibilidades de triunfo a Xóchitl Gálvez y al propio ‘carnal’.

Otros analistas refieren que sería lo contrario, ya que los votos que obtenga Marcelo hubieran caído en la buchaca de Claudia Sheinbaum; en cualquiera de los casos, si ya estaba interesante la elección presidencial, si se suma Marcelo, pues las cosas se pondrán de pronóstico reservado.

COLUMNAS ANTERIORES

El robo del siglo
Democracia sindical en el SNTE

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.