Desde San Lázaro

Endeudamiento y año electoral

El presidente está solicitando al Congreso su autorización para endeudar al país con un billón 950 mil millones de pesos para el próximo año.

El último año de la actual administración tiene que ver con la elección federal más concurrida de la historia moderna de la democracia mexicana, en la que está incluida, por supuesto, la elección presidencial en la cual el presidente se juega la continuidad de su proyecto político hacia el futuro.

La irrupción de Morena en el firmamento político ha sido vertiginosa, ya que solo le bastaron 13 años de existencia para ganar la presidencia de la República y gobernar en 22 entidades federativas. Sin embargo, este reinado puede acabar súbitamente en el 2024, si Claudia Sheinbaum no logra imponerse en esos comicios.

Hay demasiado en juego para Andrés Manuel López Obrador y por ello opera con ese objetivo desde que lo nombraron presidente electo.

A lo largo de los últimos años, el tabasqueño se ha dedicado con meticuloso rigor a establecer todo el andamiaje político, jurídico, social y económico para mantener el poder y casi en la antesala de la elección del próximo año, se dedica a impulsar con sus subordinados ubicados en el Congreso, léase senadores y diputados de Morena y rémoras, la autorización expresa para tener los recursos presupuestales necesarios para alcanzar tal fin, por ello no es sorpresivo el inaudito nivel de endeudamiento que ha solicitado para el próximo año.

Que los recursos públicos se destinan a ganar elecciones, por supuesto que sí, ya que buena parte de ellos se destinan a fondear los programas de política social con tintes electorales para, desde ahí, tener “aceitada la maquinaria” para que los simpatizantes del actual régimen den su aval en las urnas.

Desde luego, se necesita dinero para terminar y operar sus obras insignia, en particular, el AIFA, que nomás no despega, a tal nivel que el próximo año recibirá más presupuesto que el propio aeropuerto internacional de la CDMX, no obstante que este mueve 45 millones de pasajeros más que la terminal aérea que construyó AMLO.

La refinería Dos Bocas, considerada como el mayor monumento a la opacidad y la corrupción, ya le ha costado a todos los mexicanos 18 mil millones de dólares y todavía es fecha que no refina un barril de combustible.

El Tren Maya requiere para su terminación y operación una buena tajada de inyección de billete de todos los mexicanos, para comenzar a operar, y así podríamos citar otros rubros que necesitan dinero público, como el rescate de Pemex y en general el pago de las pensiones, la deuda y sus intereses, así como el gasto corriente que se requiere para tener un gobierno de cuarta transformación.

El presidente está solicitando al Congreso su autorización para endeudar al país con un billón 950 mil millones de pesos para el próximo año. Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, alertó sobre el “histórico endeudamiento interno de casi dos billones de pesos y el endeudamiento externo por 18 mil millones de dólares que plantea AMLO para el próximo año”.

Si supiéramos que esos recursos que tendrán que pagar las actuales y próximas generaciones de mexicanos, se utilizarán para mejorar la calidad de vida y abatir la pobreza y la marginación, pues bienvenidos, pero buena parte de ese dinero se va para garantizar a Morena y sus aliados su triunfo en las elecciones del próximo año.

De hecho, como un pequeño ejemplo, el INAI acaba de ordenar a la Secretaría de Bienestar transparentar el ejercicio de recursos en programas sociales, en específico los capítulos y el objeto del gasto de las partidas presupuestales a las que traspasó un monto de 47 millones 764 mil 853 pesos, para la Dirección General para el Bienestar de las Niñas, Niños y Adolescentes, por concepto de “gastos indirectos de programas con subsidios.

La Secretaría del Bienestar, en donde cobra como titular Ariadna Montiel, es una de las dependencias que más presupuesto recibe en la actualidad y cuyos recursos han aumentado significativamente a lo largo de los últimos años, y qué cree, estimado lector, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 proyecta cerca de 594 mil millones de pesos para esa dependencia, 25.2 por ciento más de lo asignado para 2023.

Como se aprecia, hay una correlación directa entre mayores niveles de endeudamiento y la celebración de la elección presidencial, la renovación de todo el Congreso federal y los comicios para gobernador en ocho entidades y la jefatura de Gobierno de la CDMX, entre otras posiciones.

El bloque opositor en el Congreso conformado por el PAN, PRI, PRD e incluso Movimiento Ciudadano y los senadores independientes, así como los legisladores adeptos a Marcelo Ebrard, van a librar la madre de todas las batallas legislativas, en el rechazo del nivel inaudito de endeudamiento que solicita el presidente López Obrador.

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