Desde San Lázaro

Morena, en la antesala de su gran derrota electoral

Veamos el panorama para Morena y sus rémoras: pronóstico pesimista, ganan tres de nueve gubernaturas; y si nos vamos al optimismo, triunfarán en cuatro y párele de contar.

En las nueve entidades en donde habrá relevo de gobernador, las cosas están muy complicadas para el oficialismo, ya que tienen posibilidades reales de victoria en tan solo tres estados.

Vamos por partes: en el seno de los partidos políticos se están dando hasta con la cubeta por la definición de las candidaturas a los más de 20 mil cargos de representación popular que estarán en juego el próximo 2 de junio.

Si las cosas están mal en la pista de los opositores por la partidocracia ejercida por Marko, Alito y Zambrano; peor está en el oficialismo, ya que luego del reparto de las nueve candidaturas para gobernador y la CDMX, las viudas del dedazo de Palacio Nacional, no quedaron ni tantito conformes con la decisión cupular, no obstante haber ganado varios de ellos en las encuestas que se aplicaron para definir las candidaturas.

Lo hemos dicho hasta el cansancio, el peor enemigo de Morena es Morena y en el caso de las entidades en donde se renovará al titular del Poder Ejecutivo estatal, esta lucha fratricida y el dedazo ya referido, han comprometido de fea forma el triunfo electoral de los candidatos del oficialismo.

Veamos el panorama para Morena y sus rémoras: pronóstico pesimista, ganan tres de nueve; y si nos vamos al optimismo, triunfarán en cuatro y párele de contar.

Tal como sucedió en Coahuila, en donde la victoria del priista Manolo Jiménez fue aplastante y contundente, debido a varios factores, entre ellos que Morena acudió a las urnas sin sus comparsas tradicionales, como es el caso del PT y el Verde, quienes presentaron candidatos propios en los comicios de esa entidad y aunque en la víspera de la elección declinaron en favor del finado Armando Guadiana, abanderado morenista, pues la derrota era inminente.

Lo mismo ocurre ahora en Morelos con la ruptura entre Morena, Partido de Trabajo y el PVEM, con lo que cada partido presentará a su propio candidato.

Aun estando unidos, era muy difícil que ganaran en la entidad donde gobierna el narco, ahora con esta fractura, es segura la victoria de la exmorenista, ahora cobijada por el PAN, PRI y PRD, Lucy Meza.

Este será uno de los grandes fracasos de Morena en las urnas.

Guanajuato y Yucatán, así como Jalisco, se mantendrán bajo la égida de los azules y los naranjas respectivamente.

En la capital del país se mantiene viva la esperanza de que Santiago Taboada le meta gran presión a Clara Brugada, quien desesperada busca aliados de dudosa procedencia para triunfar en las urnas, además de que los morenistas llamados impuros están siendo desplazados por los puros y ello, los tiene al borde de la dimisión.

Ya que se conozcan a los 16 magníficos del oficialismo que buscarán ganar las 16 alcaldías de la CDMX, vendrán los reacomodos y seguramente el desprendimiento de morenistas desplazados que ya son cobijados por el PAN, PRD y MC, principalmente.

Hay que decirlo con todas sus letras, la gran mayoría de los votantes chilangos, sobre todo los jóvenes, no quieren saber nada del priismo y ello pasará factura a los candidatos del bloque opositor, aunque aun con ese pasivo, tiene grandes posibilidades de mantener el control en las nueve alcaldías donde gobierna y mantener a Taboada como un candidato sumamente competitivo.

Martí Batres no goza de la simpatía de los capitalinos, cifras que se muestran aún en las encuestas que paga, y Clara Brugada mantiene su voto duro, pero no tiene poder de convocatoria entre la clase media y los jóvenes.

Así como a nivel nacional, MC le quita votos a Morena, en la CDMX ocurre lo mismo con Salomón Chertorivsky.

En Veracruz, la pésima gestión de Cuitláhuac García como gobernador; la imposición de una candidata ‘extranjera’ y la irrupción de Pepe Yunes como abanderado de la oposición, han prendido los focos rojos en Palacio Nacional ante la eventual derrota de la exsecretaria de Energía y responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas y que a la fecha sigue sin refinar nada, no obstante haber sido inaugurada hace casi dos años.

Y qué pasará en Tabasco y Chiapas, agobiados por los criminales y dejados a la vera de Dios, por la galopante corrupción que prevalece en sus gobiernos. En una de esas, sus pobladores le voltean la espalda a AMLO.

El caso de Puebla se cuece aparte por las imposiciones de candidatos que pretende hacer el presidente López Obrador en la capital y en varios municipios relevantes, dejando a un lado a morenistas locales de cepa.

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