Desde San Lázaro

Alianza ganadora entre nuevo gobierno y empresarios

Las empresas privadas aportan innovación y tecnología avanzada que son esenciales para abordar problemas complejos como el cambio climático y la escasez de recursos.

Esperemos que los guiños que están haciendo algunos colaboradores cercanos a la próxima presidenta, como Altagracia Gómez, Ana María Lomelí y, por supuesto, Marcelo Ebrard, próximo secretario de Economía, con los empresarios e inversionistas, permitan consolidar una alianza con una visión de win to win, por el bienestar económico y social del país y no como ocurrió en este sexenio, que se desdeñó a este sector, con excepción de algunos empresarios privilegiados.

El gobierno requiere del capital privado para invertir en programas de infraestructura, en energía y sustentabilidad, entre otros tantos campos que requieren grandes capitales para generar empleos e impuestos, aparte del desarrollo regional. Sin embargo, para atraer esas inversiones se necesita por lo menos generar confianza en el nuevo gobierno, amén de fortalecer el Estado de derecho, mejorar la seguridad pública y contar con los insumos energéticos, agua, vías de comunicación y mano de obra calificada para detonar la inversión extranjera y nacional.

En estos momentos se han retraído las inversiones hasta esperar el relevo gubernamental y observar con claridad el rumbo que tomará México; no saben si se mantendrá la línea populista y estatista de AMLO, o la visión inclusiva con los empresarios, quienes deben ser vistos como aliados y no como enemigos del régimen.

Esperemos que no se prosiga con la política de desdeñar a las Pymes por la relevancia que tienen en la generación de empleos y su impacto en el desarrollo económico. No obstante estos indicadores, el actual gobierno no las apoyó y menos dispuso de recursos presupuestales o apoyos fiscales para sobrevivir, por ejemplo, ante la pandemia de vovid-19.

Por otra parte, existen diversos pendientes en la agenda ambientalista del mundo, a los que el gobierno mexicano se sumó para concretar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero en los hechos, poca cosa se ha concretado.

La International Chamber of Commerce México (ICC México) ha resaltado la importancia crucial de integrar los ODS en el plan de gobierno entrante de México, lo cual no solo es esencial para el bienestar económico y social del país, sino también para su posicionamiento en el escenario global como un líder en desarrollo sostenible.

Los ODS, establecidos por la ONU en 2015, ofrecen una hoja de ruta para abordar los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad, incluyendo la erradicación de la pobreza, la protección del planeta y la garantía de prosperidad para todos. La adopción de estos objetivos en la estrategia gubernamental de México puede catalizar un desarrollo inclusivo y sostenible, promoviendo un crecimiento económico que beneficie a todas las capas de la sociedad.

El sector privado, tanto nacional como internacional, es un aliado indispensable en la consecución de los ODS. Las empresas tienen la capacidad de innovar, invertir y operar de manera eficiente, lo cual es esencial para escalar soluciones sostenibles, por lo que la ICC México insta al nuevo gobierno a fomentar un entorno propicio para la colaboración público-privada, facilitando inversiones y alianzas estratégicas que impulsen proyectos alineados con los ODS.

Las empresas privadas aportan innovación y tecnología avanzada que son vitales para abordar problemas complejos como el cambio climático y la escasez de recursos.

A través de instrumentos financieros innovadores, el sector privado puede movilizar grandes sumas de capital hacia proyectos sostenibles. Las prácticas empresariales eficientes pueden mejorar la implementación de políticas públicas, asegurando que los recursos se utilicen de manera efectiva y que los proyectos se completen a tiempo y dentro del presupuesto.

Es fundamental establecer un marco regulatorio que incentive la inversión en sostenibilidad y facilite la colaboración entre el gobierno y el sector privado. Promover programas de educación y capacitación que preparen a la fuerza laboral para los empleos del futuro, centrados en la sostenibilidad, es igualmente importante.

Además, es crucial implementar mecanismos robustos de transparencia y rendición de cuentas para monitorear el progreso hacia los ODS y asegurar la participación activa de todas las partes interesadas.

El desarrollo sostenible es lo de hoy, por ello se requiere que el gobierno entrante considere la incorporación de los ODS en su plan de gobierno, reconociendo al sector privado como un aliado estratégico. Este enfoque no solo ayudará a México a alcanzar sus metas de desarrollo sostenible, sino que también fortalecerá su economía y mejorará la calidad de vida de sus ciudadanos.

Estamos en un impasse que durará lo que falte para terminar este sexenio, porque nadie del sector privado quiere abrir la llave de los recursos económicos, en tanto no haya señales claras y tangibles con el nuevo gobierno. Se mantendrán en espera, y si no se dan las condiciones favorables, pues, adiós a esos capitales que, como está ocurriendo con el nearshoring, ya emigraron a otros países.

COLUMNAS ANTERIORES

Alfaro se orina fuera de la bacinica
El autoritarismo con piel de oveja

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.