Desde San Lázaro

Quién será el traidor en el Senado

En la lógica de las aviesas negociaciones entre los dirigentes de los partidos políticos y el gobierno, puede pasar de todo. En este contexto, el traidor emergerá de las filas del PRI.

A Morena y aliados les hace falta un voto para alcanzar la tan anhelada mayoría calificada en el Senado y con ese umbral de votos, aprobar la reforma judicial enviada por la colegisladora que la procesó al vapor y así darle su regalote de despedida al presidente López Obrador.

Con la integración de la LXVI Legislatura, al oficialismo le faltaban tres votos en la Cámara alta para tener las dos terceras partes que se requieren para aprobar una reforma constitucional, pero luego de la compra de dos senadores del PRD, Sabino Herrera y Araceli Saucedo, se han quedado a un solo voto, aunque, a decir de Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña, pastores morenistas, ya tienen no solo ese voto faltante, sino hasta más, por lo que de inmediato salta la pregunta en torno a quién o quienes traicionarán a sus votantes y a los partidos políticos que los encumbraron.

El PRI tiene 16 senadores, aunque uno de ellos fue expulsado de sus filas, Manlio Fabio Beltrones y Movimiento Ciudadano cuenta con cinco.

En estos momentos hay un senador priista que fue sometido a una intervención quirúrgica, el exgobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, a quien conozco personalmente y puedo asegurar que hará hasta lo imposible para asistir a la sesión correspondiente para votar en contra de la reforma judicial y, si no pudiera hacerlo, se haría a un lado para que su suplente vote en el mismo sentido.

En la lógica de las aviesas negociaciones que se dan entre los dirigentes de los partidos políticos con el gobierno, puede pasar de todo y en este contexto creemos que el traidor emergerá de las filas del PRI y debe ser un incondicional de Alito, ya que este a su vez necesita que el INE valide su reelección, aunque a todas luces fue ilegal.

El dirigente priista requiere el aval del INE para quedarse en el cargo que se agandalló, porque si la autoridad electoral echa para atrás el nombramiento, Alejandro Moreno tendrá que renunciar de inmediato; y por ello no es descabellada la idea de que, si es necesario, vendería hasta a familiares con tal de tener el aval del Instituto Electoral.

Así que doble contra sencillo, que el voto que requiere el oficialismo en el Senado para alcanzar la mayoría calificada y con ello aprobar la reforma judicial, saldrá del Revolucionario Institucional.

Existe también la mínima posibilidad de que el traidor tenga una casaca naranja, en virtud de que como se sabe, en Jalisco todavía no hay gobernador electo con su constancia de mayoría proporcionada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así que puede darse esa perversa negociación de que a cambio de la constancia oficial que avale a Pablo Lemus como mandatario estatal, pongan en charola de plata para el oficialismo a un senador de MC.

Mientras que son peras o manzanas, tricolores o naranjas, la bancada de Acción Nacional afirmó que no se doblegarán y votarán en contra de la reforma al Poder Judicial.

Guadalupe Murguía, coordinadora del grupo parlamentario del PAN en la Cámara alta, advirtió que ninguno de los 22 senadores se venderá al oficialismo y menos faltarán a las sesiones donde se analice y discuta esta reforma.

Algunos de los argumentos que esgrimieron para votar en contra de la reforma citada tienen que ver con el sometimiento y cooptación al Poder Judicial de la Federación. “Se requiere un Poder Judicial fuerte, independiente, autónomo y con jueces preparados, probos y con la experiencia que requiere la impartición de justicia y que resuelva conforme a las leyes y no por filias o fobias políticas o personales”.

Se aprecia que la bancada de los azules está cohesionada y convencida del sentido de su voto, entonces se antoja imposible que en esas filas se ubique el traidor.

El pase de lista a cada uno de ellos confirma que ninguno se doblará y menos se ausentará de las sesiones.

Por eliminación, diremos que solo quedan los senadores del PRI y MC para que uno de ellos sea el Judas moderno que acuchille por la espalda a sus correligionarios y a la franquicia que lo impulsó a un cargo de representación popular y con ello dar paso a la instauración de la dictadura por varios lustros.

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