Desde San Lázaro

AMLO toma la CRE

El acto de soberbia presidencial que significó la imposición de los nuevos consejeros al CRE dañó la relación con el bloque opositor, por lo que se antoja difícil que caminen los dictámenes respectivos.

No es cosa menor que los cuatro nuevos integrantes del órgano de gobierno de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) sean incondicionales al presidente de México, lo que vulnera la condición de autonomía e independencia que debe tener ese órgano para garantizar la sustentabilidad energética del país.

Dice López Obrador que se congratula de que el Senado haya rechazado dos veces a los 12 aspirantes que propuso; sin embargo, el hecho ha quedado registrado como una afrenta más al Poder Legislativo, en donde quedó demostrado con creces que a los mismos aspirantes, como al presidente, no les importó cubrir con el perfil requerido para tan importante responsabilidad.

La CRE tiene como misión el garantizar las condiciones para que la disponibilidad de energéticos en México sea la requerida, con calidad y a precios competitivos.

La CRE debe fomentar el desarrollo eficiente de la industria, promover la competencia en el sector, proteger los intereses de los usuarios, propiciar una adecuada cobertura nacional, y atender la confiabilidad, estabilidad y seguridad en el suministro.

Las inversiones privadas en el sector energético cada vez se tornan más relevantes para el desarrollo económico del país; sin embargo, con lo ocurrido con los postulantes a la CRE, se manda una ominosa señal que mella la confianza y siembra incertidumbre.

Veremos cómo se conducen Luis Linares, Norma Leticia Ocampo, José Alberto Celestinos y Guadalupe Escalante Benítez en tan delicada e importante tarea, que sin duda requiere que se corten el cordón umbilical que los liga a la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle.

Ahora en la agenda legislativa vienen asuntos de suma relevancia, como son la reforma educativa, la revocación de mandato y todo lo que tiene que ver con el artículo 35 constitucional, temas que son prioridades para el Ejecutivo, aunque, hay que decirlo, no se observa en estos momentos condiciones de éxito ante el bloque opositor en el Senado, conformado por el PAN, PRI, PRD y MC.

El acto de soberbia presidencial que significó la imposición de los nuevos consejeros al CRE dañó la relación con el bloque opositor, por lo que se antoja harto difícil que caminen los dictámenes respectivos, conforme a los deseos del titular del Poder Ejecutivo.

Si hubiera un manual sobre cómo alejar a los inversionistas e inhibir el desarrollo industrial y empresarial del país, este gobierno lo estaría llevando a cabalidad, ya que la mayoría de las acciones emprendidas apuntan en ese sentido. Tan sólo con la cancelación del nuevo aeropuerto de Texcoco cubrirían todos los puntos del manual aludido.

PARA HECHOS

El tema de las estancias infantiles ya saltó de la arena del Ejecutivo para tornarse un asunto jurídico, y no sólo por los amparos promovidos contra los actos de gobierno, sino por las acusaciones que sin sustento lanzó la subsecretaría de Bienestar, Ariadna Montiel, quien acusó que el padrón de niños que se atendía era falso. El Frente por los Derechos y Defensa del Interés Superior de las Niñas y los Niños, integrado por diputados de distintos partidos, le exigieron dar a conocer y explicar el padrón de estancias infantiles en el que se detectaron irregularidades, toda vez que se destacó la no localización de casi 100 mil niños.

No es verdad que 100 mil niños hayan sido "inventados" para captar recursos públicos en su atención, y por ello el asunto quema más ahora con las falsedades dichas por la subsecretaria de Bienestar. Veremos al final del día qué resuelve la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que preside el ministro presidente Arturo Zaldívar.

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