La DEA amenazó al presidente de México. Es la única forma de interpretar las declaraciones de la Directora de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), por Anne Milgram ante el Comité de Asignaciones en el Congreso de los Estados Unidos.
Un legislador le pregunto a la Directora si había algún funcionario “actores en el gobierno mexicano que la DEA no quiere tratar porque sabe que son corruptos”. La respuesta y los ejemplos que dio Milgram sorprende y debería de preocupar al gobierno de México, particularmente al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Y aunque ella aseguró que en términos generales que la DEA perseguiría a cualquier funcionario que protejan a los cárteles. Y pudo haber usado ejemplos genéricos o nombres de funcionarios como el ex Secretario de Seguridad Pública como Genaro García Luna. Pero en esta audiencia y ante legisladores usó ejemplos como la acusación, extradición y juicio que se está llevando en contra del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández o las acusaciones de narcotráfico en contra del actual presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Las acusaciones en contra Maduro no le preocupan a López Obrador, porque está persecución en contra del mandatario venezolano se justificaría como parte de la política imperialista neoliberal del gobierno estadounidense en contra del gobierno bolivariano. Pero el caso del expresidente hondureño si calo duro. Como presidente Juan Orlando Hernández, fue condenado a cadena perpetua en Nueva York su hermano y exdiputado “Tony” Hernández por vínculos al narcotráfico. El presidente Hernández declaró que era “indignante” porque se usaron “testimonios falsos”.
Pero aun así continuó colaborando con el gobierno de los Estados Unidos hasta el último día de su mandato. Al tomar protesta la candidata de la oposición, Xiomara Castro como presidenta de Honduras, la protección del fuero y la “amistad” con los estadounidenses desapareció quién ahora lo pedían en extradición. El actual Procurador de Justicia Merrick Garland subrayo que la acusación forma o “indictment” de Nueva York entre el 2014 al 2022 Hernández recibió millones de dólares de cárteles que traficaban cocaína a Estados Unidos, dinero que usó para “enriquecerse, financiar su ascenso político y posteriormente permanecer en el poder.” Según el “indictment” Hernández “los protegió de la extradición a EE.UU. y les permitió cometer actos de violencia prácticamente sin consecuencias.”Analizando las fechas de la acusación formal en contra de Hernández, es bastante claro que la DEA lo estaba investigando cuando era presidente.
Con la llegada de la candidata de oposición Xiomara Castro facilito la detención de su antecesor, fallando la Suprema Corte la validez de la petición de extradición en un proceso considerado rápido y eficiente. La Presidenta no buscaba contratiempos en la entrega del expresidente Hernández a los Estados Unidos.
La reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador fue un tanto extraña. Durante la conferencia mañanera, el criticó la detención pública del expresidente Hernández, quién fue arrestado en su casa donde lo escoltaron con esposas para llevarlo a un centro de detención. Hubo “violación de derechos humanos” exclamó López Obrador en defensa del ex presidente Orlando Hernández.”Lo que le hicieron al presidente de Honduras, hace dos días. Puede ser que se sostenga legalmente lo que hizo este señor, pero ¿cómo lo van a encadenar?
Esto es prepotencia, violación de derechos humanos; eso es indigno, encadenar a alguien”. El presidente agregó: “¿Hace falta? ¿Que no se puede detener una persona, tenerlo ahí con custodios; (es necesario) ponerle una cadena?”. Por eso los comentarios de la Directora de la DEA Milgram de está semana ante legisladores estadounidenses seguramente hizo sonar alarmas en la presidencia y su equipo cercano. Especialmente ante la nueva estrategia de perseguir a los Chapitos y todos los que colaboran con esa organización criminal. El hecho de que la DEA identificó que tenían informantes que le habían proporcionado información sobre este cártel y todos los que colaboran con ellos seguramente cimbró a varios.
No sorprendería que, con estos comentarios de la DEA, la cerrazón en la cooperación será completa. Y fortalece la convicción desde palacio que el candidato de AMLO tiene que ganar en el 2024 y es fundamental debilitar los pesos y contrapesos de la rama judicial. Algo habrán aprendido del desafortunado ex presidente de Honduras.”Nosotros seguimos la evidencia a donde quiera que nos lleve”, sentenció esta semana Anne Milgram directora de la DEA.