Con la reelección de Donald Trump, el electorado de ese país favoreció el regreso a la Casa Blanca a uno de los políticos más públicos en la historia estadounidense. Desde hace 35 años titulares en periódicos, revistas, en radio y TV, describían sus amores, matrimonios, adquisiciones, enfrentamientos y juicios del entonces empresario. Sabemos todo de él y más.
También existe información detallada y analizada de cómo gobernará en los siguientes cuatro años: en una búsqueda en Amazon con las palabras ‘Donald Trump books’ se traduce en 20 mil resultados. Muchos de los autores de las publicaciones más recientes, fueron funcionarios durante la primera administración de Trump y proporcionan detalles del caos y el drama que se vivió en la Casa Blanca durante la primera administración del reelecto presidente.
La mayoría de estos libros concluyen que la ignorancia, falta de experiencia, narcisismo y el estilo ‘gandalla’ de gobernar de Trump, se traduce en un peligro para la democracia estadounidense y la seguridad mundial. Con lujo de detalle, estos funcionarios presentaron ejemplos específicos de lo peligroso que fue Trump en el poder: cómo el más sorprendido de ganar las elecciones fue el mismo Trump, cómo consideró usar drones en contra de objetivos, especuló la idea de usar armas nucleares, trató de acosar a una de sus asistentes, mintió sobre la gravedad de sus síntomas cuando se enfermó de COVID, cómo las ocurrencias se traducían en mensajes publicadas en las redes sociales a las 6:00 a. m. se convertían en decisiones de Estado con implicaciones mundiales, etcétera. A diario demostraba su ignorancia sobre los temas. La pregunta para 2025 es ¿cuánto habrá aprendido en los últimos años que le permitan ser mejor gobernante?
Hace ocho años, la mayoría de los nombramientos consistían en individuos con experiencia y conocimiento, pero la mayoría fue despedida y renunciaron. Y muchos escribieron sus libros sobre su experiencia con Trump y su peligrosidad. Al leer estos libros nos permite entender por qué hay muy pocos funcionarios de nivel y con experiencia, que estén este momento bajo consideración para una segunda administración Trump,
Cualquiera de los cientos de historias publicadas sobre la primera administración de Trump, merecían titulares de ocho columnas… durante una ‘presidencia’. Hay cientos de historias en estos libros. Una de las anécdotas que mejor representa el desorden en la Casa Blanca se publicó en el libro El cuarto donde sucedió, del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, donde describe que frecuentemente Trump tomaba decisiones basadas en las recomendaciones de la última persona que saliera de su oficina a medianoche, desconociendo las recomendaciones de los cientos de funcionarios que trabajan exclusivamente para redactar información para presentar recomendaciones al Ejecutivo.
En 2016, con frecuencia los últimos en hablar con Trump era su hija Ivanka o su yerno Jared Kushner. Hasta el momento no hay indicios de que estos dos vayan a tener la misma presencia en la Casa Blanca. Otro cambio importante a partir de 2025 es que el último en reunirse con Donald Trump en la noche podría ser Elon. Será importante analizar y entender el impacto que tendrá Musk en la democracia estadounidense.
Podemos asumir que las redes sociales continuarán siendo fuente de decisiones para el mandatario estadounidense en los siguientes cuatro años. A partir de 2025 tenemos que estar listos para las sorpresas... perdón, publicaciones diarias de Donald Trump. Pero a diferencia del pasado, también hay que ponerle atención a los mensajes de Elon Musk, que se ha convertido en el más importante influencer que apoya al controvertido expresidente y a diario encuentra formas de retweeter mensajes que apoyan las posiciones y las conspiraciones de su ‘socio’ Trump. Y la influencia de Musk en la nueva administración, si es un factor nuevo, que traerá nuevas y diferentes tensiones a la democracia estadounidense.
El desorden actual se debe en gran parte a sus controversiales propuestas para su gabinete y equipo cercano. Los candidatos identificados tienen todo tipo de escándalos: agresiones sexuales, actividades criminales, declaraciones cuestionables, absoluta falta de experiencia en gobierno o en la materia que sería su responsabilidad. Eventualmente esta crisis se decantará y el Senado ratificará a sus candidatos y Trump tendrá su gabinete. Pero, todo indica que, al igual que en el pasado, todas las decisiones se centrarán en la Casa Blanca, ignorando las estructuras y las secretarías. Y sí, el primer año será igual de caótico. (Continuará)