Este mes la Agencia Internacional de Energía publicó un reporte sobre la eficiencia en el consumo de combustible de los vehículos ligeros, donde afirma que los esfuerzos por ‘desgasolinizar’ a la economía mundial han sido infructuosos.
Tras un análisis de al menos 90 por ciento de todo el mercado de vehículos ligeros, el consumo de combustible nominal promedio se redujo solo un 0.9 por ciento entre 2017 y 2019 (el último año del que se dispone de datos), a 7.1 litros de gasolina equivalente, por cada 100 kilómetros recorridos. Esta caída es mucho menor que la reducción promedio anual de 1.8 por ciento que se registró entre 2010 y 2015.
“La urgencia de la acción política se subraya por el hecho de que el progreso en la economía de combustible se está estancando”, señaló en el documento.
Vergonzosamente Estados Unidos ha sido un país que poco ha hecho en esta vía. El casi nulo incentivo que se dio para cumplir este objetivo durante la administración de Donald Trump los hizo retroceder.
Además, destaca otro punto importante. En el periodo referido, los vehículos ligeros no solo consumen casi el mismo combustible, sino que son más pesados. Aquí, Estados Unidos también ha tenido gran responsabilidad, pero China es el principal culpable, pues los habitantes de ese país están dando el brinco de los autos a las camionetas, las famosas SUV, un fenómeno que se dio hace más de diez años atrás en la nación americana, y que obedece a que el poder adquisitivo de los chinos ha mejorado tanto, que sus pequeños autos ya les quedan chicos. Cuestión de estatus.
En fin. De acuerdo con la Agencia, las mejoras totales en materia de consumo de gasolinas en los vehículos ligeros son significativamente más bajas que el 2.8 por ciento anual de mejoras en la economía de combustible necesarias para cumplir con el objetivo de la Iniciativa Global de Economía de Combustible de reducir a la mitad el consumo de combustible de los nuevos vehículos ligeros para 2030 en relación con 2005.
Dado el lento progreso hasta la fecha, lograr este objetivo requerirá que el consumo de combustible disminuya un 4.3 por ciento anual en promedio de 2019 a 2030, casi triplicando el ritmo medio anual de mejora desde 2005.
“Esta transformación en las tendencias del consumo de combustible sólo puede lograrse mediante políticas más sólidas que aumenten las cuotas de mercado de coches eléctricos eficientes, así como la adopción global de tecnologías de eficiencia de vanguardia en motores de combustión interna”, señaló la institución. Así pues, nos esperan más décadas de gasolinas.
Talento mexicano
Hablando de tendencias en movilidad, las grandes firmas automotrices deberían voltear a buscar en los emprendedores, aquellas soluciones tecnológicas que les permitan llegar a los objetivos verdes.
Tal es el caso de ANSSATZ, una naciente firma mexicana que mira alto en el mundo automotriz, con el diseño y fabricación de vehículos eléctricos inteligentes, y que nació en el Tec de Monterrey como proyecto de tres alumnos de las carreras de ingenierías en Telecomunicaciones y Tecnologías Computacionales: Bernardo Urriza, Gerardo Arizmendi y Alfredo Quintero.
Los tres mosqueteros automotrices perseveran por hacerse de un lugar en esta feroz industria. Ánimo, está probado que el talento mexicano da frutos.