Energía para todos

Nearshoring, la invasión que nos conviene

México debe prepararse para recibir a las múltiples empresas asiáticas que llegarán al país como producto de la relocalización de inversiones.

Mientras existen líderes del sector privado, analistas económicos y otros quienes afirman que México debe prepararse para recibir a las múltiples empresas asiáticas que llegarán al país como producto de la relocalización de inversiones para estar conectado con Estados Unidos, el nearshoring ya nos alcanzó.

Prueba de ellos fueron las cifras comerciales que reportó ayer el Censo de Estados Unidos, donde se destaca un incremento de 21 por ciento entre enero y octubre de este año, en el valor de transacciones entre ambos países, y que le ha permitido a México retener el lugar como principal socio comercial del mercado más grande del mundo.

Otro dato. De acuerdo con firmas como la inmobiliaria FOINBRA, los parques la disponibilidad de parques industriales en la zona norte del país está bajando estrepitosamente de alrededor de ocho por ciento en 2019, a solo tres por ciento en este año.

¿Uno más? Barclays reconoció que México está entre los diez destinos de inversión extranjera directa (IED) más importantes del mundo, debido a este fenómeno, producto de la reorganización de las cadenas de suministro globales en la Era post pandemia, incluso, el prestigioso grupo financiero pronosticó que este año la IED en México podría superar los 40 mil millones de dólares, lo que significaría un incremento anual de casi el doble.

Es tal la demanda de servicios para estas empresas asiáticas que están llegando en cascada a las ciudades fronterizas, que el sector privado nacional está comenzando a quejarse de que les están robando el talento. Señores: hay que competir en la oferta de beneficios laborales, y en este contexto “ponerse la camiseta” ya no va.

Ahora, cierto es que recibir esa cantidad de empresas en el país tiene sus retos. El incremento en la demanda de servicios pondrá a prueba la capacidad de reacción del aparato de gobierno en los tres niveles, y principalmente en cuanto al sector energético, refieren algunos.

Al respecto, el volumen del negocio en potencia es tan obsceno, que a los ‘conquistadores’ manufactureros no les importa si la electricidad que recibirán es verde, si se las da CFE, si hay amparos por la LIE, si las consultas en el T-MEC se convertirán en paneles… ellos van por más, no quieren pagar el costo de dejar de producir, y lo mismo opinarán del otro lado de la frontera, sobre todo ante una inminente recesión que podría enfrentar la economía estadounidense en el siguiente año.

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