Energía para todos

La falacia de reformar a Pemex

Desde Salinas de Gortari hasta Peña Nieto señalaban a Pemex como una empresa cuya transformación traería a México grandes beneficios que nunca llegaron.

¿Cuántos gobiernos han prometido una reforma a Pemex? Todos los expresidentes, desde Salinas de Gortari en la década de los 90, hasta Peña Nieto con su “madre de todas las reformas”, señalaban a Pemex, dentro de su proyecto económico, como una empresa pesada cuya transformación a la modernidad traería a México los grandes beneficios que por décadas, nunca llegaron.

Para los gobiernos anteriores, Petróleos Mexicanos siempre fue visto como un estorbo para la apertura del sector energético al capital privado. Un jugador preponderante, un monopolio natural, un barril sin fondo de recursos presupuestarios, que debía ser eliminado como si se tratara de una ofrenda a los grandes corporativos energéticos.

Pues bien, para las elecciones de 2024, esta fallida visión de la petrolera mexicana no será la excepción y ya se hace manifiesta, pues a pesar de que a nivel mundial quedó demostrado que las naciones deben guardar cierta autonomía en sus recursos energéticos, facciones políticas en México insisten en la imperante necesidad de privatizar a Pemex.

Apenas la semana pasada, Xóchitl Gálvez dijo que de llegar a la silla presidencial (lo cual es muy poco probable) intentaría una reforma a Pemex, partiendo de su bursatilización, tal cual se intentó con la minireforma energética de 2008, durante el gobierno de Felipe Calderón, cuya iniciativa nació muerta por no considerar un asunto básico, que para hacerlo debían poner en números negros a la petrolera, es decir, rescatarla.

Recordemos que la soberanía energética es una de las piedras angulares del proyecto político que el presidente Andrés Manuel López Obrador le va a heredar a Claudia Sheinbaum, quien en vez de proponer reformas inútiles en Pemex, insistirá en la contrarreforma energética que arrancará el peñismo de raíz.

Sobre este eje, el del rescate a Pemex como palanca de la soberanía energética, el tigre macuspano ha construido una nueva refinería, ha comprado otra en Estados Unidos, ha ejecutado uno de los planes más ambiciosos de perforación petrolera en la historia reciente, han hecho de todo para mantener la franquicia Pemex en las gasolineras, le declararon la guerra al huachicol… entre otras muy populares (y votables) medidas.

Así, resulta muy difícil pensar en que una reforma disfrazada de privatización, sea una propuesta que consiga la aceptación del Pueblo de México, y de la cual se puedan erigir políticas públicas que beneficien a todos, y no sólo a unos cuantos, como se priorizó en sexenios anteriores.

Candidatos con energía

Con el anuncio del diputado Manuel Rodríguez, de que competirá en el proceso interno para ser candidato de Morena a gobernador de Tabasco, se refrenda el compromiso de cimentar las bases de la cuarta transformación en un estado que es clave para continuidad del proyecto, pues además de que forma parte importante de la actividad petrolera en el país, es sede de la nueva refinería que acercará a México a la autosuficiencia en combustibles.

La decisión del legislador, y destacado presidente de la Comisión de Energía, se suma a la que dio a conocer la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la semana pasada, quien buscará también la candidatura, pero al gobierno de Veracruz, y que de igual forma promete mucho en dichas entidades estratégicas.

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