Y sigue la mata dando en el caso de MC Well Services que le he expuesto en este espacio. Resulta que las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en la red de irregularidades en torno a un contrato de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción, avanzan rápido y apuntan ya claramente a dos funcionarios de la petrolera: Oscar Melo Narciso, adscrito al Activo de Producción Cinco Presidentes; y Alfredo Rayón Casiano, quien pertenece al Activo de Producción Bellota Jujo. De acuerdo con los avances de las indagatorias, que forman parte de la carpeta de investigación FED/TAB/VHS/0001332/2023, estos servidores públicos de nivel 39, ya con más de 25 años de antigüedad, fueron expuestos en cómo se encuentran coludidos con diversas contratistas y proveedores, para recibir gratificaciones onerosas a cambio de favores y dejar operar a estas compañías con equipos en estado deficiente, y para firmar y autorizar órdenes de trabajo que nunca fueron ejecutadas.
Pero las investigaciones no solamente apuntan a sus vínculos con la empresa MC Well Services, sino también existen lazos con otras empresas como Chemiservis SA de CV, las cuales han crecido de la nada en menos de 15 meses.
Parte de esta investigación señala tanto a los funcionarios públicos, como a su “socio” Jorge Martínez Cruz, dueño de Mc Well Services. Se habla de contratos adjudicados a esta empresa por más de 240 millones de pesos y que fueron prácticamente desaparecidos en menos de 10 meses por los funcionarios públicos involucrados.
Pero esta no es la primera vez que los sorprenden. Ya antes Oscar Melo Narciso y Alfredo Rayón Casiano habían sido protagonistas en denuncias previas por forzar a contratistas de Pemex a subcontratar a ciertas compañías con quienes, se acusa, tenían tratos o incluso participación.
De acuerdo con información a la que se tuvo acceso, incluso la Unidad de Responsabilidades de Pemex ya los había llamado a rendir cuentas y habían logrado salir más o menos librados, sin embargo, ahora que la FGR ha iniciado esta investigación, el panorama cambia y se ve difícil que estos funcionarios continúen con estás malas prácticas que atentan directamente contra los bienes de la Nación, sobre todo en tiempos en los que la petrolera requiere redoblar esfuerzos operativos. Basta con revisar sus reportes mensuales.
Sin duda alguna, proveedores y funcionarios se quedaron acostumbrados a aquellos tiempos donde las administraciones anteriores solapaban este tipo de acciones. El mensaje de las autoridades con esta investigación es claro: esos tiempos ya se terminaron.