La cacería de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por las empresas que generan su propia energía en el esquema conocido como Sociedades de Autoabasto ha dado los primeros resultados.
De acuerdo con la estatal, desde que comenzó esta estrategia a finales de 2020, ha logrado atraer apenas a 26 grandes consumidores, de un total de 415 a los que buscan “recuperar”.
Sin embargo, aún va lento, pues las sociedades de autoabasto, donde un grupo de empresas se unen para generar su propia energía, es un buen negocio que no será fácil dejar, ya que la reforma peñista de 2013 les permitió además, vender sus excedentes de energía en el Mercado Eléctrico.
El principal candado a vencer por parte de la presente administración, son los firmes contratos anclados al andamiaje que permite el marco legal vigente, mismo que no pudo ser modificado por la reforma eléctrica que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien advierte, dará batalla legal para revertirlos, pues el último de ellos extinguirá hasta 2039, según reportó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en un reporte.
De acuerdo con la propia CFE, los “autoabastos” le generan pérdidas anuales por 10 mil millones de pesos, debido a que “gozan de un despacho privilegiado” y no participan en el Sistema Eléctrico Nacional con servicios de respaldo (conexos), pues 25 por ciento de los 468 permisos que se tienen en ese esquema, son para plantas de generación eólica y solar fotovoltaica, quienes necesitan aportar un sostén que garantice su continuidad, según describió la CFE en el pasado Parlamento Abierto donde se discutió la reforma eléctrica.
Toda vez que la reforma que pretendía apagar estos contratos, irónicamente no logró ver la luz, todos los esfuerzos de la #4T estarán enfocados en extinguir a las sociedades de autoabasto, sumados a los Productores Independientes de Energía (los odiados PIEs) que tantos dolores de cabeza le han dado a esta administración. Juntos, son los nuevos objetivos del gabinete energético.
Política y Línea 12
El curso de las investigaciones por la tragedia de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, podría influir en la carrera presidencial para determinar el candidat@ de Morena a para competir en 2024. Es por ello que los aspirantes han sido muy cuidadosos en no rasparse de más, principalmente la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum con el Canciller Marcelo Ebrard (quien edificó la obra bajo su mandato), al haber demandado a DNV, luego del peritaje que acusa fallas en la construcción.
Pues bien, en su libro “La Línea Dorada, los lobos al acecho”, Fernando Coca Meneses hace énfasis en la falta de mantenimiento, durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, como el principal factor que causó el desplome del fatídico 3 de mayo de 2021, haciendo de lado las prisas con las que la obra fue inaugurada por el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde por ciento, hasta febrero de este año, el escritor se reportaba como Subdirector de Área en la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional, organismo dependiente de la Cancillería, esto de acuerdo con la declaración patrimonial en poder de este espacio.