Concebida como una de las obras emblemáticas del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Refinería Olmeca, ubicada en su natal Tabasco, tiene por objetivo lograr la autosuficiencia energética de México y acabar con la dependencia de la importación de combustibles y su consecuente costo, lo cual resulta necesario en el turbulento horizonte que se presenta frente al sector energético global.
Pero mucho se ha dicho sobre la refinería, y no todo es verdad. Aquí algunos puntos sobre el proyecto.
Retrasos: El evento del pasado 1 de julio develó que la administración federal no cuenta con una fecha específica para que salga el primer barril de crudo refinado, mientras el presidente López Obrador aseguró que será a inicios de 2023, la encargada de la obra y secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha sido enfática en expresar que aunque no se puede establecer el día o mes exacto, su deseo es que esto pueda concretarse a finales de este mismo año. Lo cierto, es que los desafíos derivados por la pandemia y la suspensión de varias cadenas de suministro afectaron el traslado de varios de los equipos, además de que el periodo de pruebas puede llevarse entre seis y 18 meses.
Conflictos laborales y problemas con contratistas: A lo largo de la construcción, la plantilla de trabajadores ha manifestado en diversas ocasiones su inconformidad frente a las condiciones de trabajo o el atraso en los pagos. En tres ocasiones, empleados de ICA, que comanda Guadalupe Phillips, han realizado paros laborales, e incluso una vez se registraron heridos. Además, esta semana empleados de COIMSA, empresa asociada con Samsung Engineering, que dirige Sungan Choi, en la alianza DBNR, protestaron por considerar que el monto de sus liquidaciones es insuficiente. Sin embargo, esta situación ha menguado, a medida que el presupuesto para el proyecto sigue ejecutándose.
Respecto a las empresas que han obtenido contratos de obra en la Refinería, Proyecta Industrial, que encabeza Daniel Flores, tiene 14 años como contratista de Pemex y entre sus accionistas no aparece nadie relacionado con la actual administración de la empresa o del gobierno federal.
En diversas ocasiones, se ha señalado que algunas empresas relacionadas con la edificación de la obra tienen por accionistas a familiares o personas allegadas a Nahle, tal es el caso de los señalamientos en que se acusa que la compañía encargada del desmonte del terreno para la construcción de la refinería, Grupo Huerta Madre, es propiedad de Arturo Quintanilla Hayek, amigo de la funcionaria, sin embargo, en la Acta Constitutiva no aparece su nombre; mientras que en el caso de CITAPIA, cuyo propietario es Juan Carlos Tapia, y de la que se ha asegurado que participa en la construcción a pesar de estar inhabilitada, esta compañía no tiene ningún contrato ni realiza ninguna obra en el lugar.
Cabe destacar que la obra que supervisa de manera personal Nahle García, cuenta con un convenio con la Unidad de Inteligencia Financiera y ha sido revisada en varias ocasiones por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Autosuficiencia energética. Se espera que Dos Bocas pueda refinar 340 mil barriles diarios de crudo pesado. Eso, sin duda será un gran avance para reducir las importaciones de gasolinas, que actualmente alcanzan el 70 por ciento del consumo nacional. Al sumar la capacidad de Dos Bocas, con la de Deer Park, en Texas, a la capacidad de las otras seis refinerías, México podría estar produciendo sus propios combustibles.
No hay que olvidar que la administración federal ya comenzó con la modernización de las instalaciones ubicadas en Tula, Hidalgo y Salina Cruz, Oaxaca.
Empleo. Uno de los beneficios de la construcción de infraestructura de cualquier tipo es la derrama económica, esto se constata pues según datos oficiales la edificación del proyecto ha generado 200 mil empleos entre directos e indirectos en la región, así como en otras entidades derivado de la compra de insumos y equipo para la edificación.
Incremento del costo: Inicialmente, el Gobierno Federal anunció la inversión total de la obra sería de 8 mil 900 millones de dólares, sin embargo, en fechas recientes se ha declarado que para obras externas que permitan el funcionamiento de la refinería se destinarán otros 4 mil mdd. Es decir, la estimación se incrementó de 8 mil a poco más de 12 mil millones de dólares.