No es que carezcan de buenos publicistas, o que no tengan un amplio abanico de estrategas políticos a su alcance. Tampoco es que no cuenten con presupuesto suficiente para generar grandes mensajes. El problema de los spots publicitarios del PRI es que no tienen hacia dónde hacerse. Me explico.
El lema del PRI rumbo a la campaña presidencial es tan irónico como insultante: “Vale la pena mirar al pasado”, reza el eslogan con el que buscan chantajear a los ciudadanos para invitarlos a votar por ellos, unirse a sus filas, o a reflexionar en su intención de voto de cara a las campañas que arrancan el 1 de marzo.
Es una realidad que al PRI se le terminaron las opciones para invitar a la gente a votar por ellos. ¿Qué más pueden decir?... ¿que no son los mismos políticos de siempre?... ¿que entienden las necesidades de los ciudadanos?... ¿que no han mentido, robado, engañado?... ¿que nunca le han echado el Ejército a la población?... ¿que no tienen cara para pedir el voto?
También es cierto que el PRI no tiene pilares presentables para anclar una estrategia publicitaria. Con su campaña “reflexiva” pretende presumirnos que durante más de 70 años sus políticos, que gobernaron este país a manos llenas, construyó un país de instituciones, claro, instituciones que estuvieron al servicio de intereses particulares. Instituciones que tenían patrones, más no servían para lo que fueron constituidas: servirle al pueblo.
En resumen. La línea discursiva del PRI como agente de cambio, como nueva opción para gobernar, como la solución del país a problemas extraordinarios, simplemente no existe, se ha agotado. A lo largo de décadas y décadas de mal uso, la exprimieron tanto que quedó seca. Vaya, no hay qué ofrecer al votante.
La misión ahora es sobrevivir a como dé lugar. Acurrucarse con otros partidos en ese mazacote llamado Coalición, para enquistarse otros seis años en esas prebendas mal llamadas ”plurinominales”.
Sus aliados no están mejor. Entre los spots de Vicente Fox promoviendo al PAN, y el inverosímil discurso de “nosotros somos la verdadera izquierda” del agónico PRD, no se hace un solo mensaje persuasivo que eventualmente convenza a la ciudadanía.
Aún el PAN presume los pocos gobierno estatales que le quedan, ¿pero el PRI? discursivamente no tienen de dónde agarrarse.
“Vale la pena mirar al pasado”, dicen… ¿están seguros?