Parece que la certidumbre que ofreció a los empresarios Claudia Sheinbaum en su discurso histórico como presidenta electa, hizo oídos sordos en Fonatur. Y es que no todo ha sido conforme a derecho en el nacimiento del Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística en el Estado de Quintana Roo (Foatqroo). Al parecer, la entrada en operación del organismo que sustituirá al histórico Fonatur en plena transición sexenal, está enfrentando una serie de resistencias sobre todo para aquellos proyectos que aportan alto valor y seguridad ciudadana a los turistas.
A la luz del próximo gobierno, Quintana Roo, junto con los demás estados de la Península de Yucatán, juegan un papel fundamental para la implementación de uno de los proyectos insignia de esta administración, y que será potencializado en la siguiente: el Tren Maya.
Y no es para menos. Todos los proyectos que estén relacionados con una de las joyas de infraestructura del obradorismo, tiene que ser prioridad.
Tal es el caso de Walkins Box Shops, que tiene un contrato vigente con el Fonatur para instalar 20 módulos móviles a lo largo de la zona hotelera de Cancún, que ofrecerán diferentes servicios digitales en kioskos a los usuarios, como información turística anti fraudes, y por supuesto, la venta de boletos para el Tren Maya, cumpliendo así el objetivo de socializar el medio de transporte que tanta popularidad ha alcanzado entre los ciudadanos de México y el mundo. Además de ser el primero proyecto urbano que nace con preceptos de seguridad, con 80 cámaras conectadas al C5.
Sin embargo, hay intereses oscuros. En un oficio del 17 de julio de 2024, firmado por Raúl Zambrano, director de Comercialización del Fonatur, responde a la petición expresa de la empresa sobre la legalidad del contrato y señala las ubicaciones a ocupar, y precisa que la concesión es ajena al Fideicomiso recién firmado con SEFIPLAN Q. Roo.
Extrañamente un par de semanas después, en otro oficio del 6 de agosto, sorpresivamente notifica la rescisión del mismo, argumentando que dichas zonas donde se instalarían los 20 módulos de Walkins Box Shop, ya fueron enajenadas, siendo las que el mismo fondo aprobó por oficio.
De fondo, existen otras razones para desechar el proyecto. Es prudente que la directora del Fonatur, Lyndia Quiroz Zavala, esté pendiente de este, y otros casos que se están dando en la transición al Foatqroo, para que no se convierta en el “Año de Hidalgo”.
¿Todo bien en Editorial Planeta?
La prestigiosa editorial Grupo Planeta se encuentra en el ojo del huracán tras múltiples denuncias que han salido a la luz en plataformas digitales como Twitter e Instagram, específicamente en la cuenta @terroreditorialmx. Las acusaciones abarcan una amplia gama de comportamientos abusivos, incluyendo abuso de poder, abuso laboral y discriminación de género. En el centro de estas graves denuncias se encuentra el director general de la editorial, Gabriel Sandoval.
Las historias que emergen pintan un cuadro perturbador de un ambiente de trabajo tóxico, donde las demandas laborales excesivas y las prácticas coercitivas eran moneda corriente. Se reporta que los empleados eran sometidos a largas jornadas laborales sin la adecuada compensación y bajo la constante amenaza de represalias si no cumplían con expectativas irrazonables.
La cuenta @terroreditorialmx ha sido el epicentro de estas revelaciones, ofreciendo una plataforma para que los empleados actuales y anteriores compartan sus experiencias de manera anónima. Los testimonios se han multiplicado rápidamente, llegando en un mes a los 4 mil seguidores, generando un creciente clamor por justicia y transparencia. La magnitud de las denuncias ha captado la atención de medios de comunicación y del público en general, creando una ola de indignación que se extiende más allá de las fronteras de México. Se exigen respuestas.